Cuerámaro, Guanajuato.- La señora Rosa comenzó vendiendo garbanza hace muchos años atrás y al ver que solo era en temporadas cuando se vendía, decidió mejor vender enchiladas y le fue agregando poco a poco más antojitos como gorditas, quesadillas y taquitos dorados.
Tras la contingencia que ha sacudido el país por el Coronavirus, la señora Rosa ha tomado sus medidas para poder seguir vendiendo ya que no puede cerrar su establecimiento pues el vivir al día la orilla a tener que vender sus alimentos para poder tener un ingreso para los gastos de su casa.
“Aquí vamos a estar hasta que nos digan que ya no” dijo.
La cueramarense invita a todos los que aún tienen que trabajar que sigan consumiendo sus alimentos, la señora Rosa los estará esperando con una sonrisa para atenderlos ante cualquier adversidad y así seguir apoyando a la economía.