Irapuato, Guanajuato. José Eduardo Silvestre Rodríguez Garibaldi, mejor conocido como “Lalo” Rodríguez de 23 años de edad, es un destacado y reconocido irapuatense que se desempeña en el atletismo.
Yo quería ser jugador profesional de futbol
Hace algunos años atrás, “Lalo”, dio inicio a su carrera como atleta, cuando el destino lo orillo en los exámenes de educación física de la técnica 5, la prueba de correr 3 kilómetros, lo hacía de una forma sencilla y rápida que el profesor no dudo en inscribirlo a una competencia, en la cual gano sin entrenar, obteniendo el pase directo a una prueba estatal, la cual también fue victoriosa para el irapuatense.
“Mi sueño era ser jugador profesional de futbol, pero el destino me llevó a otro rumbo, la maestra Garnica, fue la que me llevo a esa competencia y fue la que me impulso en ese deporte, posteriormente comencé a entrenar con el profesor Héctor Franco, con quien llevé mis primeros logros”, externó.
Lalo, junto al entrenador Héctor Franco, obtuvo el 5to lugar a nivel mundial, rompió el record mexicano de los 2 mil 500 metros planos sub 21 y fue campeón de la categoría libre y juvenil, durante el proceso, el atleta fue cambiando de entrenadores.
El día que el irapuatense se convirtió en Atleta
El irapuatense, recuerda que lo que lo motivo a ser uno de los mejores atletas, fue el bullying que recibía.
“Mi gusto por el atletismo nació por rivalidad, yo quería ser el mejor, porque siempre me decían que yo no iba a ser nadie, recuerdo que todos me ganaban y yo no le ponía empeño a los entrenamientos, un día un chavo me dijo; – “Tu no vas a hacer nadie, ya mejor dedícate a otra cosa, vete de aquí”-, me enoje tanto, que me le fui a los golpes, mi papá nos separó y me dijo; -‘Mejor cállale la boca con hecho’-, y fue ahí donde empecé a entrenar 3 veces al día solo para ganarle, corro los 2 mil metros con obstáculos y le gane, clasificando a la etapa regional sin yo saber nada y clasifico al nacional y de ahí obtengo mis dos primeras medallas”, relató.
La familia, un pilar fundamental
La familia del atleta irapuatense ha sido su pilar en todo momento, su preciosa hija Fátima Atenea, su amada esposa Fátima, sus padres Juan José y Petra, sus hermanos Ángel y Carlos y sus abuelitos Victoriano, María y Marcelina, siempre lo han acompañado en los triunfos y derrotas, siendo un impulso constante en su carrera.
“Mi papá Juan José, siempre ha sido mi empuje de arranque, ante todo, él me ha motivado a entrenar, ser mejor día con día y dedicarme a esto que tanto me gusta”, dijo.
Por otro lado, su hija y su esposa, son dos eslabones muy importantes en su vida, por quienes trabaja día con día.
Un accidente que cambio su vida
En el año 2019, lamentablemente el señor Juan José, padre de Lalo, sufrió un severo accidente laboral, el cual le provocó una fractura craneoencefálica, dejándolo un año en coma y manteniéndolo con una parálisis.
“Mi papá la libró y siempre me dice que yo no me rinda, que aún no cumplo mis metas y cuando me dice eso, me dan dobles las ganas de entrenar y dar lo mejor de mí, mi papá es mi motor”, explicó.
Buscará ir a París 2024
En la actualidad, el atleta está siendo dirigido y entrenado por el guanajuatense y participante de Juegos Olímpicos, Mauricio Hernández, con quien está trabajando arduamente para dar la marca para Paris 2024.
“El ser de Irapuato y traer 16 campeonatos nacionales el participar en eventos internaciones y traer medallas es algo maravilloso, pues todo se lo traigo a Irapuato, a mi municipio que me ha visto crecer”, externó.
Lalo se despidió con un mensaje para toda la ciudadanía fresera, mencionando que se estará preparando arduamente para Paris 2024 y para conseguir el record mexicano, “A toda la gente que cree en mi les agradezco, a toda la gente de Irapuato, les digo ¡GRACIAS!, por todo su apoyo y créanme que voy a hacer historia, tendrán un campeón mundial en Irapuato”, finalizó.