Por Gerry Orozco.
La niña de la Guerra: Una gran sequía azotaba al pueblo de “No Pasa Nada” donde llegó Tita la niña que escapaba de la guerra, por tanto los recursos no eran bastos, ni suficiente para esta población.
Tita llegó y se escondió en un granero y fue descubierta por los habitantes de la granja incluido un niño al que le pareció muy graciosa la forma de hablar de la niña extranjera.
Los habitantes al no entender lo que hablaba y al verla sucia y harapienta la corrieron del lugar aunque como era noche le permitieron quedarse a dormir en el granero, pero en la mañana tendría que marcharse.
La presencia de la Tita trajo consigo una energía tan poderosa que hizo que la sequía que había asolado al pueblo de No Pasa Nada terminará.
Además la energía de Tita alcanzó a todos los habitantes de la granja que durmieron tan bien que todas sus dolencias desaparecieron.
Sin embargo y apesar de la lluvia que cayó durante la noche los habitantes del pueblo corrieron a Tita del granero.
Tita hambrienta y desconsolada se sentó a llorar y trató de consolarse sacando un artefacto extraño que nadie conocía en el pueblo, la niña lo soplo y brotó de él una serie de sonidos tan maravillosos que dejó a asombrados a todos en el pueblo.
Un niño del pueblo se acercó a Tita y le pidió que le mostrará cómo funcionaba ese artefacto tan extraño y encantador.
Tita y el niño congeniaron tan bien que el pequeño logró descifrar el idioma de la niña desplazada. “Tita tiene hambre” fue corriendo a decirle el niño a su abuelo, el cuál dijo “claro todos los desplazados siempre tienen hambre”.
El abuelo instruyó al niño para que le llevará a Tita un plato de sopa hecho con patas de pollo, “todo un manjar”.
Al ver las patas que salían del plato la niña desplazada preguntó ¿Qué es eso? Y añadió ¿ustedes se comen las patas del pollo? haciendo una mueca de disgusto hacia el extraño plato que le ofrecían.
Recordó Tita que en su casa, su lugar de origen, cocinaba su mamá caracoles, gusanos y raíces que le ofrecía a toda la familia.
El hambre venció a Tita y comió toda la sopa; conforme iba pasando el tiempo el niño aprendió más palabras y Tita pudo comentarle que estaba huyendo de la guerra que habían iniciado unos tontos armados que habían prohibido la música y el teatro, pues querían que todo el pueblo pensara como ellos.
El niño que nunca había escuchado ni sabido lo que es una guerra fue con su abuelo, pues había escuchado que el de niño estuvo en una guerra y le preguntó ¿Abuelo que es una Guerra?
El abuelo recordó y contó a todos lo que él había pasado cuando era niño y terminó diciendo “en la Guerra todo los niños tienen hambre”.
Después de escuchar al abuelo todo el pueblo de No Pasa Nada decidieron ir al rescate de todo los niños que habitaban el pueblo de Tita.
La compañía “La Gorgona Teatro” presentó en las escalinatas de la Presidencia Municipal de Irapuato la obra llamada “Niña de la Guerra” en el marco del 2do Festival de Intervenciones Urbanas.
La obra narró el drama de una niña desplazada por la Guerra que llega a otro pueblo y las dificultades que presenta al no tener el mismo idioma ni la misma cultura.