El ejército de los Estados Unidos aprobó recientemente un contrato para que una empresa se dedique al desarrollo de armaduras hechas con telaraña genéticamente modificada. El objetivo de ello es que el equipamiento de protección para los solados sea mucho más ligero.
El pentágono aprobó un presupuesto de 100 mil dólares para el desarrollo del proyecto, el cual se le otorgó a la empresa Kraig Biocraft, quienes crearon la llamada “seda dragón”, una tela basada en el diseño de la telaraña, pero genéticamente modificada para que sea más resistente.
La empresa presentará a los militares estadounidenses varios diseños con diferentes cantidades de hilos que se probarán en diferentes prototipos. El objetivo del desarrollo de la seda dragón es que eventualmente se sustituya al kevlar, material que limita mucho el movimiento de las tropas norteamericanas.
Si la creación de los prototipos con seda dragón convencen al Pentágono, el siguiente paso sería la aprobación de un presupuesto mayor a un millón de dólares para el desarrollo de trajes y así probarlos en el campo de batalla.