Texto y fotos: Juan José López Luna.
León Guanajuato.- En tarde fresca con viento y tres cuartos de entrada, se dio la segunda corrida del serial taurino en la plaza de toros La Luz de León, en el cartel estaban anunciados el francés Sebastian Castella que reaparecía en México después de un receso en su carrera, el hidrocálido Hector Gutiérrez y el novel duranguense Arturo Gilio los cuales lidiaron un bien presentado, pero débil encierro de Villacarmela. Los tres toreros desgranaron arte, valor y torería en el ruedo pero fallaron con la espada y perdieron trofeos, hubo 2 toros de regalo, pero ni así.
CASTELLA REGRESÓ SIN AMBICIÓN, AUNQUE ARTISTA
El torero Sebastian Castella volvía a los ruedos y a México, luego de más de un año de ausencia, cuando se retiró por astío, sin embargo y cuando todos pensamos que volvería con frescura y ambición por ser la figura que es, dio la impresión de no andar agusto y para colmo sus 3 toros, porque regaló uno, no se prestaron para el toreo exquisito que él practica. En los 3 turnos que tuvo, dejó el diestro francés constancia de su oficio y arte que atesora, pese a que sus toros eran broncos en sus embestidas, cortos de recorrido y sobre todo débiles de las patas delanteras, cayendo varias veces a la arena, aun así al primero le bordó una faena de buena factura que arrancó fuertes olés del tendido, sólo que la estocada le alcanzó únicamente para una salida al tercio, su segundo fue el malo del encierro, pero le porfió hasta arrancarle pases con torería y arte, lo malo fue que la gente le pidió música y él no hizo caso, por ello en vez de olés fueron abucheos cada vez más sonoros. Regaló un toro para congraciarse, pero fue peor porque el torito fue también malo y todo quedó en silencio e indiferencia para el torero.
SI GUTIÉRREZ SE EMBRAGUETARA A LOS TOROS PUEDE SER FIGURA
El diestro de Aguascalientes Héctor Gutiérrez, puede llegar a ser figura del toreo en México, siempre y cuando cambie sus maneras de torear despegado y echando al toro hacia afuera, cuando los toree al hilo y se los pase por la faja, calará aún más en el gusto de los aficionados, porque cualidades , arte y valor los tiene.
A su primero Gutiérrez le bordó una muy buena faena desde que se abrió de capa con largas de rodillas que calentaron el tendido, luego vino un quite por gaoneras muy ajustadas, ya con la muleta se puso de rodillas a medio ruedo y con cambiados por la espalda y tandas de derechazos y naturales armó el alboroto, siendo los olés fuertes de verdad y más cuando el toro se fue apagando porque exponiendo una barbaridad Héctor le sacó pases imposibles, la gente se animó y todo le jaleaba, pero al irse tras la espada pinchó y en el segundo viaje mató de estocada salieron los pañuelos pidiendo la oreja al juez, pero el mismo que hace 8 días regaló algunas, esta vez no quiso obedecer al público. La gente obligó al diestro a dar una vuelta entre aclamaciones. Con su segundo Gutiérrez volvió a calar entre el público por sus buenas maneras al torear, lo mismo con el capote que con la muleta, sin embargo el ambiente se volvió frío y la faena no dio para trofeos. Regaló entonces un toro el diestro con la esperanza de llevarse el triunfo grande, pero aunque la faena fue con mucho arte, riñonuda y mucho valor y la gente ya sacaba los pañuelos para pedir los trofeos, Héctor se dio a pinchar y el gozo se fue al pozo.
GILIO TIENE CLARO QUE PARA FIGURA HAY QUÉ ARRIMARSE
El novel matador de toros Arturo Gilio, pareciera que tiene prisa por llegar a ser figura del toreo, teniendo para ello bien claro que para eso hay que tener arte, valor y ambición, y todo lo reúne él aparte de la juventud, por lo que ayer en sus 2 toros salió decidido a ganarles las palmas y el triunfo a sus alternantes, pero aunque su primero le dio opciones para bordarle una bonita faena, desde que se abrió de capa con gaoneras y verónicas, además saltilleras, todo con estética y torería, luego con la muleta comenzó de rodillas en el tercio y ya en el centro del ruedo hilvanó tandas muy toreras por la derecha y la izquierda con remates y pellizcos a su estilo, al final se perfiló con la espada pero la dejó caída y aunque la gente pidió la oreja, de nuevo el juez la negó. Con su segundo Arturo volvió a buscar el triunfo desde el capote y muleta, ejecutando tandas y pases de buenísima factura calando en el ánimo de la gente entre gritos de torero torero, pero cuando montó la espada pinchó y perdió al menos una oreja.
LO REPROBABLE DE LA TARDE FUE EL PLEITO ENTRE SUBALTERNOS
La nota negra se dio cuando la cuadrilla de Héctor Gutiérrez era de subalternos de una nueva asociación y los demás de la antigua, y cada vez que actuaban unos y otros se escondían y el espíritu torero de compañerismo y hasta humanismo, lo mandaban al carajo pudiendo haber ocurrido una tragedia, olvidando aquello de que en el ruedo todos son toreros y los pleitos jurídicos se arreglan en las oficinas no en una plaza de toros.
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