Por | Sara Garibaldi y Eribaldo Gutierrez
Guanajuato.- Fuertes inundaciones han azotado a Guanajuato al menos en los últimos 45 años, la región suroeste es una de las más afectadas por las intensas lluvias que han provocado el desbordamiento de ríos, arroyos y presas.
Tras un recuento de los hechos más importantes dados a conocer por los medios de comunicación, son incontables las inundaciones que han ocurrido en nuestro estado.
Como olvidar, quizá la inundación más fuerte que se recuerda en Guanajuato, en 1973 cuando se desbordó la presa El Conejo y la cabecera municipal y comunidades de Irapuato se vieron seriamente afectadas, incluso hubo personas que perdieron la vida y desparecidas.
La fuerza del agua terminó con inmuebles y viviendas destruidas, pérdidas materiales, animales muertos y un dolor en aquellos que perdieron a un ser querido.
Esta tragedia aún vive en la memoria de los más adultos que aún viven, un hecho que no se olvidará y se sigue contando generación tras generación.
Pero más allá de los años que ha transcurrido, son los hechos que siguen ocurriendo; los penjamenses vivieron en carne propia la magnitud de una de estas tragedias.
En julio de 1976 el Río Turbio se desbordó resultando afectados 9 ejidos, 24 ranchos, 6 ex haciendas, 2 mil 720 habitantes damnificados, 40 casas derrumbadas y 300 pérdidas de ganadería.
Así como el desborde del Río Lerma afectando 19 ejidos, 20 ranchos y dejando mil 390 damnificados.
En el 2013, una tromba azotó nuevamente, desbordándose el río Huáscato, lo cual afectó a 8 comunidades (la Rinconada, el Beltrán, Los Presidentes, Arroyo Hondo, el Huarapo, la Granjena. El Tigre y Pénjamo) y cabecera municipal.
Fueron evacuadas cientos de personas e incluso el nivel del agua llegó hasta los tres metros de altura.
Una de las últimas trombas ocurrió apenas hace 3 días, el domingo pasado en la comunidad El Mármol que dejó mucho escombro a su paso, el agua arrastró autos e inundó viviendas superando el metro de altura, la escuela de la comunidad se vio afectada.
Así como Abasolo, sus comunidades se han visto seriamente afectadas en los últimos años; en 1976 el derrame de las Presas El Sauz y San Antonio provocó el desborde de arroyos y comunidades como Los Arrieros, Los Sauces y La Recibidora se vieron afectadas y 12 mil hectáreas en este municipio como en Manuel Doblado.
Otra de las últimas trombas más fuertes fue en el 2013, sacudió la zona centro de la ciudad tras el desborde de un arroyo, en este hecho una mujer fue arrastrada por la fuerte corriente del agua cientos de metros desde su vivienda, perdiendo la vida.
En el 2016, las comunidades de Estación Abasolo, La Mora, El Carmen, Huichazarito y Santa Cecilia entre otras también fueron algunas de las que resultaron inundadas, así como unas 450 personas damnificadas por el desborde del Río Turbio. Abasolo fue declarado como zona de desastre tras este hecho.
Muchas familias lo perdieron todo, animales, muebles, vehículos y hasta sus viviendas, ya que en algunos puntos el agua llegó hasta los 1.70 de altura.
E irapuato, recientemente aunque no con la misma intensidad de hace 45 años, algunos habitantes de colonias y comunidades lo han vivido, perdiendo todo su patrimonio.
En el 2013 una fuerte tromba afectó las colonias Rinconada de los Fresnos, el desborde de un canal de riego inundó 600 viviendas, en el 2016, decenas de viviendas en Españita se vieron seriamente afectada también por el deslave del cerro de Arandas, que también dejó damnificados.
El nivel de agua en Irapuato ha alcanzado registros altos constantemente que afecta casi siempre a los mismos colonias, como Campestre de las Flores, Españita, Las Carmelitas, Los Arcos y comunidad Carrizal el Grande, son algunas de las que se han visto más vulnerables por las inundaciones.
Además estos fenómenos destructivos han traído daños considerables y cuantiosos para los damnificados en los que incluso también la naturaleza ha resultado afectada como árboles caídos, además de semáforos descompuestos, vialidades y bulevares inundados.
Aunque no sólo la región suroeste se ha visto afectada por fuertes inundaciones, apenas hace tres meses, Guanajuato capital vivió el desborde de la Presa La Olla por la fuerte tromba que azotó la ciudad.
Lo cual provocó que el agua bajara a la zona centro y trajera un sin número de afectaciones a negocios y viviendas.
Es incontable el número de daños ocasionados en la región suroreste del estado, así como lo damnificados y pérdidas materiales provocadas por las intensas lluvias y trombas en estos municipios. Lo que sí se puede contar es cada uno de los hechos que han marcado la historia de cada uno de ellos.