Huanímaro, Guanajuato.- María Zavala Mejía de 73 años de edad, ya suma más de 40 años en el mundo del comercio huanimarense y para ella y su familia, el comercio ha sido de muchas bendiciones.
“Yo me siento tan feliz aquí, vendiendo y cuando vamos a surtir, me da mucha felicidad y gracias a Dios estoy muy sana, pues el comercio me ha ayudado desde hace muchos años a activarme”, señaló María.
Por otro lado, la huanimarense mencionó que su hija Socorro, a lo largo de todos estos años ha sido su “mano derecha”, juntas han creado un gran equipo y eso la enorgullece.
“Me siento muy feliz en mi Huanímaro, muy a gusto que estoy, pues el comercio no es para hacerte rico, pero te da de comer”, dijo.
Doña María, pasó una escena muy trágica, cuando hace aproximadamente 12 años atrás, uno de sus hijos murió y entre toda su angustia y pesadez, el comercio fue lo que le ayudo a salir adelante; “Dure un año en cama, pero el comercio me levanto, recuerdo mucho a mi niño que cuando nos tocaba la temporada del 10 de mayo, el venía a ayudarme, tenía 8 años y en una ocasión vino el señor de una mueblería de aquí y me dijo que si yo era María Zavala, le dije que sí, me dijo que mi hijo iba a apartarme cosas para el día de la madres, que estaba muy chiquito que de donde agarraba tanto dinero y le dije que yo le daba todos los días y era tan ahorrador que me quería comprar mis regalos”, relató con una gran sonrisa.
Socorro Pelagio Zavala de 56 años, hija de María, ha sido un pilar fundamental para la comerciante huanimarense, pues en ella ha encontrado un apoyo y un refugio constante.
“Yo agradezco a todos nuestros paisanos que vienen de Estado Unidos en esta temporada y nos hacen nuestras ventas y para nosotros es una gran satisfacción que venga nuestra gente”, mencionó Socorro.
Está orgullosa familia huanimarense, lleva hasta el momento 3 generaciones que se dedican al comercio y para doña María que inicio todo, es un gran orgullo.