El Palacio de Bellas Artes se entrega en Histórico Homenaje Sinfónico Nacional a José Alfredo Jiménez

Ciudad de México. – A unos pasos de Garibaldi, muy cerca de “El Tenampa”, donde José Alfredo se encerraba con Chavela Vargas para cantar y libar a la vida y a la muerte; ahí, en el Palacio de Bellas Artes, la emotividad y los aplausos fueron para el que no tuvo dinero suficiente para comprar otros dos corazones.

En el Aniversario Luctuoso 50 del vate de Dolores, la Orquesta Sinfónica Nacional, María Katzarava y el Estudio de la Ópera de Bellas Artes recordaron con 20 arreglos sinfónicos al autor que sigue siendo el rey.

Fue el primero de los dos conciertos de homenaje a uno de los forjadores de la amorosidad al estilo mexicano.

El espacio estuvo abarrotado el viernes por la noche el histórico Homenaje Sinfónico Nacional a uno de los compositores mexicanos de mayor presencia en el mundo.

El Concierto Homenaje a José Alfredo Jiménez con motivo de su 50 aniversario luctuoso es organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal). Consiste en el estreno mundial de 20 arreglos sinfónicos a igual número de canciones del compositor guanajuatense.

Para el Inbal, el público, familiares y amigos del compositor recordado fue una verdadera fiesta nacional, una noche de júbilo, justo al inicio del mes de la patria, pues en dicho concierto los protagonistas fueron, además, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), la agrupación musical más representativa de nuestro país; una de las mejores sopranos del mundo en la actualidad, la mexicana María Katzarava, y el joven elenco de beneficiarios del Estudio de la Opera de Bellas Artes (EOBA) del Inbal, todos ellos bajo la dirección del titular de la orquesta, el maestro Ludwig Carrasco.

La fiesta comenzó con la aparición en el escenario de la OSN, formada esta vez por cuerdas, metales, percusiones y un arpa, y un sexteto de cantes que abrió la noche con la tradicional “Camino de Guanajuato”; luego vendrían duetos, tríos y cuartetos de voces con “A la luz de los cocuyos”, “Serenata sin luna”, “Amanecí otra vez entre tus brazos” y el Corrido de Mazatlán.

En el escenario, orquesta y cantantes entregaron al público con la interpretación de 20 canciones de José Alfredo con inéditos arreglos para orquesta sinfónica comisionados por el Inbal y la OSN a jóvenes compositores del país: Erick Tapia, Leonel Aldino, Carlos Gómez Matus, Gustavo Larrea, Eduardo Trillo y Nubia Jaime Donjuan, quienes hicieron tres y cuatro arreglos cada uno.

Un primer punto climático del concierto se dio con la aparición de la soprano María Katzarava en el escenario (en su debut con la OSN), quien despertó el entusiasmo del público y lo conminó para cantar a coro la ya legendaria canción Si nos dejan, lo cual aceptaron gustosos los asistentes y ya no dejaron de hacerlo a lo largo de la sesión.

De manera individual, los integrantes del EOBA deleitaron al público con canciones como “La estrella de Jalisco”, el Corrido del caballo blanco, “Un mundo raro”, “Caminos de Aguascalientes”, “Guitarras de medianoche”, “Muchacha bonita”; “Canta, canta, canta”; “Cuando salga la luna” y “De puro Veracruz”, las cuales permitieron apreciar el compromiso, la calidad y el gusto de los jóvenes compositores mexicanos por la música vernácula, llevándola a nuevos niveles de expresión sonora.

Bajo la mirada del director artístico de la OSN, Ludwig Carrasco, y entre los permanentes aplausos del público, el concierto en homenaje a José Alfredo Jiménez hizo que el público se entregara con emoción con “El siete mares”, “Serenata huasteca” y la infaltable “El rey”, que hizo al público ponerse de pie e interpretarla con sentimiento, a tal grado de volverse a cantar como punto culminante de la sesión, junto con María Katzarava y los integrantes del EOBA.

El Concierto Homenaje a José Alfredo Jiménez con motivo de su 50 aniversario luctuoso refrendó el hecho de que la música del guanajuatense es parte inseparable de la sociedad mexicana del siglo XX y XXI.

Su impacto en la cultura popular del país, la calidad de los centenares de composiciones por las que es admirado tanto en México como en el extranjero, los 50 años de su fallecimiento y la cercanía del centenario de su nacimiento –a pocos años de distancia–, hicieron posible la pertinencia de revisitar, revalorar y abrir nuevos espacios de escucha para su legado musical, a partir de una iniciativa del Inbal y de la OSN.

Dicha iniciativa ha sido tomada como punto de partida del gran homenaje nacional que se le rinde y que se extenderá por los próximos meses a diversos puntos del país, principalmente su estado natal: Guanajuato, en lo que será un redescubrimiento de su obra, principalmente por las nuevas generaciones de músicos y cantantes.

Ejemplo de ello son los integrantes del Estudio de la Ópera de Bellas Artes, quienes tomaron parte en este homenaje: los tenores Alberto Galicia y Jorge Echeagaray; las sopranos Damaris Lezama, Diana Mata, Dulce Guadarrama, Génesis Moreno, Hildelisa Hangis y Luz del Carmen Ramírez; el barítono Daniel Gallegos; y el contratenor Gabriel Vargas, todos ellos dirigidos por María Katzarava como titular del EOBA.

El Concierto Homenaje A José Alfredo Jiménez en su 50 aniversario luctuoso tendrá una segunda sesión este domingo 3 de septiembre a las 12:15 horas en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

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