El burrito es un platillo muy popular tanto en México como en Estados Unidos. Su presencia en ambas culturas ha generado un debate sobre su verdadero origen. A continuación, exploramos dónde surgió y cómo ha cambiado a lo largo del tiempo.
Aunque es común confundir algunos platillos mexicanos, el burrito es similar al taco, pero con una diferencia importante: utiliza una tortilla de harina en lugar de una de maíz para envolver sus ingredientes, lo que le da su textura y sabor característicos.
Una de las historias más conocidas sobre el origen del burrito cuenta que un hombre llamado Juan Méndez, que vivía en Ciudad Juárez durante la Revolución Mexicana, envolvía su comida en grandes tortillas para mantenerla caliente y la transportaba en un burro. Se dice que este detalle dio nombre al platillo.
Aunque esta leyenda es muy popular, no hay registros que la confirmen. De hecho, el término “burrito” ya aparecía en el **Diccionario de Mexicanismos** de 1895, definiéndolo como “una tortilla que envuelve carne u otros ingredientes”. En otras partes del país, era conocido como “cocito” en Yucatán y “taco” en el centro de México.
Con el tiempo, el burrito adquirió características propias, especialmente en la región fronteriza, donde la tortilla de harina se consolidó como el elemento distintivo del platillo.
A pesar de las dudas sobre su origen exacto, el burrito se ha convertido en un símbolo de la gastronomía mexicana, destacando por su versatilidad y adaptación a distintas culturas, especialmente en la región fronteriza entre México y Estados Unidos.