Por Edgar Reza.
Guanajuato, Gto.- Está Instalado a un costado de La Ex estación de Ferrocarril y circunscrito aún dentro del Plan de manejo para la zona declarada como Patrimonio de la Humanidad. Es el mercado de los guanajuatenses para los guanajuatenses.
No es el mercado Hidalgo: el de los turistas. Es el de la gente de a pie, el mercado sobre ruedas, con mayor afluencia local y comercial durante el día, pero el que cuenta con menores restricciones sanitarias en la capital.
En sus inicios, el barrio tuvo la finalidad de conectar a la avenida principal con el Cerro trozado que conduce al barrio de Marfil; en la actualidad comunica con la avenida Juárez, Pardo, Banqueta Alta y Cerro Trozado; y aún cuando el año pasado se llevó a cabo un ciclo de conferencias en torno a la importancia de la calle Subterránea y el mismo Barrio de Tepetapa; y se propuso incluso de manera oficial una ruta de cantinas, el mercado de Tepetapa sigue siendo un agujero negro, una tierra de nadie (sin autoridades o representantes administrativos visibles) en la vida comercial de la ciudad, día a día.
Sin señalética sanitaria de ningún tipo, a decir de los locatarios, que han soportado en estas condiciones (los de un mercado sobre ruedas en dos años de pandemia), vistas las recientes declaraciones de las autoridades municipales sobre el repunte económico de la ciudad, por el contrario para el sentir de los locatarios del Mercado de Tepetapa, no hay mejoras económicas siquiera visibles, apoyos de economía emergente por parte de autoridades municipales o administrativas, y al parecer, como pudimos constatar, tampoco sanitarias.
El mercado opera con absoluto desorden y sin medidas de sanidad específicas casi desde principios de la pandemia, en consonancia al menos con un semáforo. Su paso como principalisima arteria de la ciudad fue creado para evitar hundimientos e inundaciones en el centro de la ciudad, pero hoy es un ecosistema de riesgo por el que confluyen los más sensibles problemas capitalinos: la basura, los desazolves y hundimientos, el ordenamiento civil, los cableados de CFE y las disposiciones de la nueva fiscalización para todo lo que sea venta en la vía pública.
En un breve recorrido para Notus Noticias, pudimos observar que no sólo la mayoría de la gente concurre por el lugar sin cubrebocas, sino que hay incluso locatarios (aproximadamente la mitad de ellos) que no se han puesto ningún tipo de vacuna, y en general, nos comentan, no se la piensan poner.