Por Jazmín Padilla.
Los cambios de estación son procesos inevitables que conllevan una serie de adaptaciones metabólicas en los seres vivos. Si bien la primavera y el otoño son asociados a prosperidad, abundancia y nuevos comienzos, usualmente el otoño y el invierno se relacionan con cierre de ciclos, reflexiones y migraciones.
En las plantas cada estación involucra eventos que se sincronizan para dar origen a una respuesta metabólica. El invierno en algunas plantas crea un impacto visual preocupante al ojo humano. Ver árboles y follajes sin hojas, así como flores sin color puede hacernos pensar que algunas de nuestras plantas están en peligro, enfermas o a punto de perecer.
La exposición de las plantas a bajas temperaturas, conocida como vernalización, es un paso necesario y clave para desencadenar procesos de desarrollo. El invierno censado por las plantas viene acompañado de una disminución de la temperatura y un cambio en el fotoperiodo (cantidad de horas luz al día). Estos cambios impactan de manera significativa en la floración de muchas especies. El éxito de la supervivencia a las bajas temperaturas está determinado por la especie y los recursos metabólicos de cada planta.
Para cultivos invernales como algunos cereales (cebada, trigo, avena, etc.), este proceso retrasa la floración en espera de la primavera, manteniendo las plantas en desarrollo vegetativo y con un crecimiento más lento. Una vez que las plantas perciben el estímulo del frio, esta señal es activada en toda la planta y mantenida hasta el cambio de temperatura ambiental. En otros cultivares como fresa, papa y betabel el grado de exposición al frio también contribuye al éxito de la cosecha.
Para las plantas ornamentales, como algunas flores, las bajas temperaturas son importantes para el desarrollo de las mismas. Algunas especies como los tulipanes, las azucenas, los lirios (lilís), jacintos, narcisos entre otras son consideradas como flores invernales siendo altamente tolerante al frio y regalándonos preciosos tonos de flores.
Si el lugar donde radicas es de un clima tropical o con cambios de temperatura extremosos, se sugiere que coloques tus flores en el lugar más fresco posible y puede ayudar que coloques un par de cubos de hielo sobre la tierra que contiene la planta para simular un ambiente más frio. Incluso varios tipos de plantas carnívoras experimentan procesos de hibernación entre los que destacan una reducción del número, tamaño de trampas y en el consumo de insectos.
La región del Bajío, en general no es considerada como una zona de condiciones extremas invernales comparada con otras regiones del país donde incluso pueden presentarse nevadas; resaltándola como zona de alto valor agronómica para diversos cultivos y plantas ornamentales, permitiendo una amplia gama de opciones para las siembras de interés agrícola.
Aunque el invierno es sin duda es una temporada desafiante para las plantas, resultan organismos maravillosos con capacidades adaptativas para afrontar los cambios que el frio invernal conlleva. El cambio climático continua siento el reto a vencer, pues inviernos cada vez más fríos y veranos cada vez más calurosos obligan a las plantas a sobrevivir a los extremos ambientales de las estaciones.
El pino se mantiene verde en el invierno… la sabiduría en medio de las dificultades
(Norman Douglas)
