Opinión.- La grandeza de José María Morelos fue tan extraordinaria que así lo describe este historiador e ideólogo de extrema derecha, escuchar a Lucas Alemán expresarse así de Morelos en 1814, es como si en la actualidad escucháramos a los conductores del bipolio televisivo expresarse de AMLO en términos positivos.
Este caudillo nace un 30 de septiembre de 1765 en Valladolid de Michoacán, su padre era de condición humilde; su madre era hija de un maestro de escuela, se dice que Morelos durante su juventud fue arriero y trabajo como vaquero. José María ingreso al seminario de san Nicolás, en Valladolid, ordenándose sacerdote, nunca sobresalió como teólogo, ni perteneció a la elite del clero en Nueva España.
“Morelos era un clérigo fornido, cariancho, moreno, de grande empuje al andar y movimientos, de voz sonora y dulce” así lo describe don Andrés Quintana Roo a este héroe incomodo para la iglesia católica y la derecha de nuestro país, por que asume el cambio y revolución por sobre la estabilidad y conservadurismo, y la rebeldía por encima de una libertad basada en la resignación. Su obra máxima fue promulgar en 1814 la constitución de Apatzingan, donde se oficializo la independencia y la soberanía y se plasman derechos ciudadanos: libertad, igualdad, fraternidad y equidad jurídica.
Nuestro país ha avanzado en la construcción de una nación democrática, pero después de 204 años todavía no podemos tener elecciones limpias, el corporativismo se mantiene, la división de poderes en los tres niveles de gobierno prácticamente no existe, la representatividad ciudadana ha sido sepultada por la partidocracia.
Los deseos de José maría Morelos por fundar una nación independiente aun no se llevan a cabo.
Morelos se convirtió en genio militar a nivel universal, tanto que hizo exclamar a Napoleón Bonaparte: “Con diez generales como Morelos, conquistaría el mundo entero”
¿Cuántos Morelos se necesitan en estos momentos para salvar a México?
