Por Pau Velázquez.
Cuerámaro, Guanajuato.- Ubicado en el centro de Cuerámaro, se encuentra Don Francisco Ibarra, un apasionado comerciante cuyo amor por los animales ha dado forma a una labor noble.
El amor de Don Francisco por los animales lo llevó a adoptar aquellos que la gente dejaba a su cuidado, formando un refugio para animales desamparadas. Con el tiempo decide dedicándose a la venta y adopción de mascotas.
Desde hace 25 años, Don Francisco ha sido un pilar para las mascotas en Cuerámaro. Sus ventas principales giran en torno a aves como palomos, pavos reales, gallos y pericos. Sin embargo, su oferta se extiende para incluir perros, gatos e incluso conejos, satisfaciendo una amplia variedad de gustos y preferencias.
La verdadera singularidad de su negocio se refleja en su compromiso con la adopción. Don Francisco ha dedicado un espacio en su comercio para la adopción de animales, donde no se cobra ningún costo. Su único requisito es que, si un niño desea adoptar una mascota, esté acompañado de su madre u otro familiar.
El labor de Don Francisco Ibarra trasciende la categoría de comercio y se convierte en una valiosa contribución a la comunidad de Cuerámaro.
