
Guanajuato, Gto.
A la segunda fue la vencida, pero esta vez el voto de la ecologista Luz Itzel mendo cambió todo: el Pleno del Congreso del Estado archivó el dictamen de tres iniciativas de reforma al Código Penal en materia de despenalización del aborto voluntario.
Al someterse a votación, el dictamen obtuvo 19 votos a favor y 17 en contra. Los 19 del Partido Acción Nacional (PAN), uno de la panista que legisla como perredista, María del Pilar Gómez Enríquez; la priista Rocío Cervantes Barba y la inesperada verde.

Al congreso llegaron centenares de acarreados por parte del panismo y algunas decenas de integrantes de colectivas feministas. Las primeras personas, que bajaron de autobuses, de pañuelo azul; las segundas, de verde.
Abrió la sesión con la morenista María Eugenia García Oliveros, quien mencionó que Canadá, Australia y Nueva Zelanda ahora tratan el aborto no como un delito, sino como un servicio de salud pública regulado por leyes específicas o ministerios de salud.

Su compañero Antonio Chaurand Sorzano dijo que evidencia científica demuestra que la legalización del aborto reduce las complicaciones médicas, los abortos clandestinos y con ello la muerte, toda vez que en la Ciudad de México la tasa de complicaciones por la interrupción del embarazo ha llegado a ser del 0%, además de resaltar que no se promueve el aborto, sino que ninguna mujer sea penalizada o que muera por tomar una decisión sin respaldo del Estado.

La panista Karol Jared González Márquez expuso que no existe una acción inconstitucionalidad como se ha venido refiriendo que obligue al Congreso del Estado de Guanajuato a reformar o eliminar el delito al aborto en el Código Penal, ya que esos efectos únicamente fueron para el Poder Judicial y esa acción inconstitucionalidad requería con perspectiva de género para que ninguna mujer fuese privada de la libertad por abortar pero en ningún momento se ordena al Congreso a legislar en determinado sentido. Concluyó al señalar que eliminar esa figura sería quitarle la herramienta de protección a la mujer, y enfatizó que toda vida vale y que toda mujer merece algo mejor que el silencio, la soledad o el miedo.

La emecista Sandra Alicia Pedroza Orozco aclaró que hay un amparo interpuesto y que es cuestión de tiempo de que llegue una sentencia vinculatoria directamente para Guanajuato, junto a que se tiene la oportunidad de evitar largos procesos para hacer valer el derecho de las mujeres para decidir.

El que puso la salsa a la asamblea, con asistentes de pañuelos verdes y azules que apenas contenían sus expresiones a favor o en contra, fue Arturo Espadas, quien citó a Carlos Castillo Peraza: “Bienaventuradas las tortugas en gestación que están más protegidas que los seres humanos en la misma condición”. También dijo que al penalizar al aborto se podía castigar a los hombres que obligan a las mujeres a abortar.

Se armó el traca traca: los morenistas Ernesto Millán Soberanes, David Martínez Mendizábal y Carlos Abraham Ramos Sotomayor y el emecista Rodrigo González Zaragoza a favor de la despenalización del aborto. Se les sumó la moprenista Maribel Aguilar González.

Les reviró la panista disfrazada de perredista, María del Pilar Gómez Enríquez, quien se pronunció a favor del dictamen. Afirmó que si se modifican las restricciones legales actualmente previstas en el Código Penal podrían, sin quererlo, abrir una puerta que vulnere derechos, por lo que dijo que, solo cuando el Estado se compromete a cuidar ambas vidas, a escuchar sin juzgar y a sostener sin abandonar, es posible transformar la incertidumbre y el miedo, en esperanza.
La amecista Sandra Alicia Pedroza Orozco precisó que la penalización del aborto no salva vidas porque a pesar de la negativa van a seguir existiendo abortos en la entidad, además de que las mujeres irán a otros estados para hacer válido su derecho a decidir y que Guanajuato debe evolucionar y cambiar las cifras que registran que en el estado más de 4 mil niñas y adolescentes fueron obligadas a ser madres entre los años 2020 y 2023, de las cuales 1,059 pertenecían al rango de edad de entre 10 y 14 años, además de que al menos 17 mujeres han sido criminalizadas e investigadas por decidir sobre su cuerpo.

La morenista Martha Edith Moreno Valencia le secundó y la panista Susana Bermúdez Cano se pronunció a favor del dictamen, al manifestar que el aborto no es una política pública y que se da por no atacar las causas que llevan a una mujer a pensar que no puede continuar con su embarazo, que no resuelve la pobreza, que no combate la violencia, que no garantiza redes de apoyo, ni la salud mental. Refirió que lugares donde se ha legalizado el aborto, como la Ciudad de México, sigue estando entre las cinco entidades con mayor número de mujeres que declaran haber sido víctimas de violencia y que no se han mejorado otros aspectos de la vida como se tenía proyectado.

Luego, la morenista Hades Berenice Aguilar Castillo se fue contra la yugular a los panistas y habló de políticas estales en materia de pobreza y seguridad y para defender críticas al expresidente Andrés Manuel López Obrador.
La traición
Y cuando todo parecía encaminarse a otro empate, la ecologista Luz Itzel Mendo González manifestó que meditó su voto y cambiaba de opinión. La despenalización del aborto activa una obligación judicial, al igual que el aborto no debe normalizarse como política pública, además de resaltar que en Guanajuato no hay mujeres en prisión y que se tiene la certeza jurídica de que ninguna mujer será presionada o manipulada para abortar, afirmó.

La bancada morenista dejó un momento sus curules y regresaron para que su coordinador, David Martínez Mendizábal, diera un breve mensaje: lo que se quiere es que la mujer decida y que el pensamiento libertario y democrático nunca será detenido por los obstáculos del poder. Se apoyó con las manifestantes de pañuelo verde.
Desde el área del público, las de pañuelo verde gritaban “¡vendida!”; las personas de pañuelo azul aplaudían con un “¡no estás sola!”.

Las diputadas morenistas dijeron a la ecologista “vendida” y “malagradecida”, al recordarle que llegó por la vía plurinominal gracias a la alianza con Morena. Sergio Contreras, coordinador de la bancada del PVEM, aclaró que no estaba de acuerdo con su compañera, pero que respetaba su decisión.
La emecista Sandra Pedroza expresó que acudiría a instancias nacionales e internacionales y al abandonar la sala dejó billetes frente a Luz Itzel, quien para ese entonces era cobijada por la bancada panista.
Al término de la sesión, las 16 panistas, la perredista y la priista rodearon y festejaron a la ecologista entre la algarabía de los acarreados que el panismo llevó a la explanada del Congreso.

Las bancadas de Morena y MC fueron a hacer convivencia con las del pañuelo verde, con la consigna de que volverán a intentar promover la despenalización del aborto.





