
Guanajuato.- Noticias falsas, llamadas de broma y travesuras acompañadas de un “inocente palomita que te dejaste engañar” conforman el 28 de diciembre. La historia de este peculiar día es una mezcla de la tragedia del infanticidio para evitar el nacimiento de Jesús y las extrañas prácticas de la Europa Medieval.
Aunque en esta fecha abundan las risas, su origen se encuentra en el Evangelio de Mateo. Según el relato, el Rey Herodes el Grande, cegado por el miedo a perder su poder tras el nacimiento de Jesús, ordenó un acto cruel y despiadado: la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén.
Este hecho, conocido como el infanticidio de los Santos Inocentes, buscaba eliminar al Mesías. Sin embargo, advertido por un ángel, José logró huir con su familia a Egipto, dejando a Herodes burlado. Es precisamente esa “burla” al rey lo que comenzó a transformar el sentido de la fecha.
Ese primer sentido se fusiona con la tradición europea que se remonta a la época medieval. Durante el invierno, cuando las actividades agrícolas se detenían, se celebraba la famosa “Fiesta de los Locos”. Éste era un periodo de desorden permitido donde se rompían las normas sociales y la burla se hacía presente. Con el tiempo, la Iglesia lo unió al Día de los Inocentes, permitiendo que la tragedia se mezclara con el humor y la parodia.

La fecha oficial para:
- Bromas pesadas: Desde noticias falsas en periódicos hasta cambiar el azúcar por sal.
- Pedir prestado: La tradición dice que lo que se presta este día no se devuelve, terminando con la frase: “Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se debe prestar”.
El Día de los Inocentes es ya parte indispensable de México y nos recuerda que no debemos creernos ni tomarnos todo en serio.