Silao, Guanajuato.- Gerardo Gutiérrez Salinas de 53 años de edad es dueño de una tienda de abarrotes ubicada en la calle Fundación de la zona Centro de Silao de la Victoria. Don Gerardo tiene 50 años en el mundo del comercio, pues creció en una cantina que era propiedad de su padre Don Martín Gutiérrez.
La cantina “La cabaña” fue instaurada por Don Martín Gutiérrez en 1950 frente al jardín principal de Silao, “era un negocio pequeño donde no entraban mujeres. Era una cantina muy popular, pues se encontraba en el centro de la ciudad. En esos tiempos mi papá cerraba temprano, a las 11 de la noche era la hora en la que todas las cantinas cerraban.”, dijo el comerciante.
El silaoense vivió la transición comercial tras la llegada del aeropuerto internacional del Bajío “en 1990 cuando llega el aeropuerto, el negocio de la cantina dio una vuelta de 180 grados, porque los extranjeros buscaban compañía. Empezaron a llegar mujeres a buscar trabajo en la cantina y se les dio la oportunidad. Fue ahí cuando el negocio comenzaba a cerrar más noche.”, mencionó.
Don Gerardo se quedó a cargo del negocio junto con sus hermanos, pero un día decidió cerrarlo por convicción religiosa “en el año 2000 compramos un espacio más grande donde cabían 200 personas. Ahí trabajamos todos mis hermanos y sobrinos, mis hijos crecieron en ese lugar. En esa época dios tocó mi corazón y transformó mi vida, por eso me vi en la necesidad de cerrar el negocio porque no quería vender alcohol, quería compartir la palabra de dios.”, expresó.
Actualmente el señor Gerardo dice sentirse tranquilo y contento “no me arrepiento de tener esta vida humilde. Me siento tranquilo y contento de poder hablar de dios sin llevar una vida que induce a al vicio.”, finalizó Gerardo
