Pénjamo, Guanajuato.- Don Raúl, es un paletero de más de 20 años en el municipio de Pénjamo, pero anterior a ello, se tuvo que dedicar a otras labores, hasta que encontró un trabajo donde se sintió cómodo.
“Vendiendo helados ya tengo 20 años, anteriormente a esto trabajé en diferentes cosas, trabajé en una mueblería, y algunos trabajos eventuales que por ahí salieron”, dijo Raúl.
Los primeros años como paletero, don Raúl manejaba un carrito antiguo de helados, mismo que en algún momento tuvo que cambiar para formar parte de empresas reconocidas de helados.
“Empecé a vender paletas en un carrito de esos de los blancos, y luego estuve vendiendo Bon Ice, vi que estaban solicitando y me acerque y pedí el trabajo ahí, luego ya trabajé con los de Helados Holanda y finalmente me cambié a estos y aquí fue donde me acomodé más”, comentó el penjamense.
Gracias a su trabajo, don Raúl ha logrado equilibrar su horario laboral con su tiempo de descanso para poder llevar a cabo actividades personales, o bien con su pareja, mismas que según el comerciante, no podría llevar a cabo en un horario laboral fijo dentro de una empresa.
“Pues se puede decir que las facilidades que mi trabajo me ha dado, me es cómodo, trabajo a las horas que uno puede y trata de sacar sus ganancias, luego uno se va a comer, descansa y más tarde regresa a seguir trabajando, y es muy diferente a estar en un trabajo fijo”, declaró.
Por otro lado, desde clientes que pueden tratarlo mal, hasta en algún momento ser víctima de la delincuencia, son algunos de los retos que el comerciante puede encontrarse día a día., pero pese a ello, Raúl se siente orgulloso de su trabajo.
“De cierta forma que acá uno se tiene que cuidar porque no nos dan seguro, solo las ganancias que uno puede generar. Aquí uno conoce a mucha gente, hay mucha gente que te trata bien, pero también hay otra que te trata mal, pero el ser paletero es algo a lo que uno ya se impuso, me siento orgulloso de mi trabajo pese a todo lo que uno se puede enfrentar”, expresó.
La jornada laboral para Raúl inicia por las mañanas, cuando los estudiantes comienzan a salir de sus escuelas, siendo esta temporada de calor, cuando puede trabajar hasta poco más tarde.
“Normalmente empiezo a trabajar alrededor de las 11 de la mañana, que son los momentos en los que los niños salen de las escuelas y ahorita que hace calor me meto hasta las 8 de la noche, pero todo es dependiendo, cuando se refresca el día me tengo que ir temprano porque no se va a vender y me meto a las 5 o 5:30”, argumentó Raúl.
Finalmente, el paletero, se despidió con un mensaje para la ciudadanía penjamense.
“Pues que aquí me pueden encontrar en el jardín principal, y les agradezco mucho a los que me saludan, me compran, y a los que no pues aquí los espero”, finalizó Raúl Hernández.