Columnas

Da la impresión que Dios camina por las calles

En este frío clima que hemos tenido en los últimos días, pareciera que a veces la adversidad, los problemas y las tristezas se acentúan. Estamos ante un año venidero muy incierto, en donde las dudas y las preocupaciones son parte de nosotros.

Ante esta adversidad, no nos queda más que poner nuestra mejor cara. Vestirnos con la mejor actitud, y ponernos un abrigo de esperanza.

Cada fin de año, el movimiento es cíclico. Es el momento del análisis de lo que nos ha dejado la vida y lo que estamos dispuestos y comprometidos para nuevos retos. Los problemas siempre existirán, depende el cómo los enfrentamos. Es difícil eliminar por completo las tristezas, la depresión, los enojos, porque siempre los hay, y lo peor, siempre los habrá. Hoy es un buen día para “reinventarnos”, para cambiar nuestra actitud ante la vida. Saber que podemos tomar “el toro por los cuernos” y aceptar nuestra realidad con una actitud positiva. Respirar nuevas ideas y procurar hacer de nuestro mundo un mundo mejor. Tenemos que empezar por nosotros mismos para seguir con las personas que nos rodean. Ser generoso con lo más valioso que tenemos, que en la mayoría de los casos es el tiempo. Disfrutar los momentos con la gente que nos ama y que nos estima. No guardarlo en el interior, sino expresarlo, dejarlo salir del corazón y recalcarles lo importante que son para nuestra vida.

Es momento de dar. Y cuando digo dar no me refiero a cuestiones materiales. Dar buena vibra, dar calor, dar emociones, compartir sentimientos, expresar nuestro ser.

Es Navidad y me recuerda a aquella canción ochentera que dice “el cielo gris de la ciudad, es menos triste de lo habitual, da la impresión de que Dios camina por las calles”.

Puedes ser o no creyente. Te puede o no gustar la navidad. Lo que sí es un hecho es que la mayoría de la gente vive la vida de un modo diferente. Procuremos estar en paz con nosotros, con los demás. Nadie dijo que sería sencillo, pero seguramente, vale la pena intentarlo. Abraza a los que amas, comparte el calor, pero principalmente, contágiate de la gente positiva, que aún cree que la vida puede ser mejor.

En esta Navidad, te deseo un momento de reflexión, en el que los resultados sean opciones de buena vibra para que tu vida sea cada vez más feliz en compañía de los que más quieres.

Esta Navidad, podemos sentir que “Dios camina por las calles… apostando fuerte, sólo podemos ganar”.

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