Irapuato, Guanajuato.- Con el objetivo de que los niños del municipio pudieran aprender las primeras letras y la doctrina cristiana, se fundó el Convento de San Francisco.
Fue Don Ramón Barreto de Tábora, presbítero y conocido impulsor de la educación en Irapuato, quien donó el terreno y dinero para la construcción de este recinto que, de acuerdo a la Cédula de Fundación, conservada por el Archivo Histórico Municipal, data del 1 de junio de 1765.
La meta era enseñar a los niños de Irapuato las primeras letras, mientras que, a los hijos de españoles e indios caciques, se les impartirían también la Gramática y Filosofía.
El Convento, ubicado en el Centro Histórico del municipio, era un complejo que contaba con todo lo necesario para la vida de los frailes Franciscanos, con una distribución en dos plantas, para habitaciones y cocina para los residentes, una huerta y un corral para los animales.
Barreto de Tábora, de acuerdo a la Cédula de Fundación, contribuyó con 16 mil pesos, para la construcción tanto de la residencia para los frailes como para la iglesia, que es el edificio que todavía contemplamos en el corazón de la ciudad.
Este espacio fue lugar de recintos icónicos para las y los irapuatenses, como la Escuela Secundaria Oficial, la primaria Josefa Ortiz de Domínguez y, actualmente, se encuentran espacios culturales y de recreación, como son el Teatro de la Ciudad y la Plaza del Artista.