Pénjamo, Guanajuato.- Corralejo de Hidalgo a nivel nacional es considerado un icono, un símbolo, un sitio “sagrado”, un espacio único en el mundo por un personaje que le dio vida y nombre con el nacimiento de Don Miguel Hidalgo; aunque todo ello pareciera solamente en la historia y en el papel de los libros de texto o de los eventos que se hacen cada año, porque la realidad es una comunidad olvidada y “fea”.
Llamar “feo” a un punto que supuestamente debería ser todo lo contrario, podría considerarse el peor adjetivo calificativo para este sitio, en el que la historia lo tiene enmarcado, sin embargo así es: Corralejo de Hidalgo es feo, sucio y abandonado.
La calle principal ya ni parece calle, las luces del bicentenario forman parte de la chatarra de la plaza principal, la caseta de policía tiene los vidrios rotos, no funciona y tiene años sin dar funcionamiento de nada.
Las bancas están rotas, hay pocos árboles, pocos negocios y pocos visitantes; prácticamente no hay nada para venir a ese lugar, aunque a su costado se encuentra un parador turístico, poco abre y poco atractivo se convierte, pues a falta de turistas, los negocios poco reditúan.
Así es Corralejo de Hidalgo, donde los vecinos que se observan en las calles son en su mayoría o niños, amas de casa o personas de la tercera edad, porque una gran parte a emigrado y otros tantos buscan trabajo en la ciudad, porque en Corralejo de Hidalgo, el olvido de las autoridades al parecer es para que sea el lugar “más feo” de Pénjamo.