Irapuato, Guanajuato.- José Luis Hernández Piña de Apatzingán, Michoacán de 58 años es un inmigrante que se quedó estancado en Irapuato a causa de su baja en el ejército, externando que desde que llegó como inmigrantes en su propio país, ha sufrido mucho hasta recibir atentados contra su vida.
“Aquí en este peregrinar encontré a papá Dios, aquí lo encontré y he recibido su voluntad, aunque no lo merezco”, dijo.
El señor José Luis tiene a toda su familia en Michoacán y externó que sus padres ya murieron de cáncer, su matrimonio fracasó y desconoce que sea de sus hermanos.
Lleva más de 3 años viviendo abajo del puente Siglo XXI, Puente Bicentenario, Puente de Guadalupe y sitios abandonados de la ciudad de Irapuato y con miedo relató que dos veces le han intentado quitar la vida en algunos sitios en los que se ha quedado a dormir “No les hago nada y sé que intentan atemorizarme para quitarme mi vida, pero sé que, en el nombre de Jesús, voy a estar bien”, dijo.
Don José, ha trabajado como “viene, viene” el tiempo que ha estado en Irapuato y ha rondado en diferentes sitios de las calles para quedarse a dormir.