
Irapuato, Guanajuato.- Ciudadanos beneficiarios de la tarjeta Bienestar son “víctimas” de la mala administración de los programas que cubre esta tarjeta. Con poco personal, los centros de atención para los apoyos económicos como becas, pensión para mujeres y adultos mayores operan ineficientemente.
“Hay que formarse para preguntar”, comentó un funcionario de una de las sedes a dónde acuden en su mayoría personas de la tercera edad. Aunque gran parte de la gente que se une a la larga fila sale del lugar sin ninguna resolución.
Según Montserrat Olivares, quién fue citada para la entrega de su tarjeta por parte de Jóvenes construyendo el futuro, recibió una llamada en donde le especificaban un centro para su atención. Sin embargo al ser atendida la mandaron a otro centro: “me dijeron que fuera a las 11, llegué temprano y me esperé en la fila para que al final me dijeran que tenía que ir a otro centro”.

Montserrat comentó que además le pidieron unos documentos en original, pero al entrar al otro centro, una funcionaria con mala actitud le pidió las copias de esos documentos. “Eran como 20 personas adelante, había tres entregando las tarjetas y duré más de 4 horas y media formada”, afirmó.
Esta situación es el caso de personas con bebés y niños pequeños, ancianos y jóvenes que deben esperar varias horas. Más de alguno “pierde el tiempo creyendo que le van a dar respuesta”, como varios adultos mayores opinaron.
