Cuerámaro-Manuel Doblado, Guanajuato
Las carreteras que van del entronque de la carretera Federal 90 a Cuerámaro y los dos tramos de Cuerámaro a Manuel Doblado-Arandas y Manuel Doblado-Romita pudieran considerarse como caminos mortales: con baches, inseguros, sin señalamientos, sin vigilancia.
A pesar de que aparentemente se las ha estado mantenimiento, categóricamente se puede decir que tapan un hoyo y aparecen otros cincuenta, en dos caminos que con bastante tráfico vehicular de carga y con conexión entre municipios y estados.
Aquí realmente atravesar por estas dos carreteras se vuelve una odisea, pues aparte de los grandes baches, el terreno es tan irregular que un solo descuido puede ser causa de un accidente que al menos durante el día es posible observar el camino, pero por la noche es complicado.
Otra de las situaciones es que de acuerdo a la versión de lugareños es que al menos del tramo de Cuerámaro a Manuel Doblado por sus dos tramos carreteros, manejar por la noche es arriesgarse a ser asaltado o sufrir algún tipo de hecho violento.
De la misma forma a falta de mantenimiento correctivo y solamente “paliativo”, donde en este último hay otro problema, pues la maquinaria, trabajadores, señalamientos que ponen para supuestamente componer, imposibilita el libre tránsito y por el contrario no hay una buena coordinación para evitar tanto filas de automovilistas como un posible accidente.