Pénjamo, Guanajuato.- Bordadora de Pénjamo, plasma su trabajo en servilletas, lienzos, ropa, en infinidad de telas, el negocio ubicado en las casetas que están fuera del mercado, ahí es donde pasa la mayor parte del tiempo tejiendo y entretejiendo los hilo y las telas.
María se enseñó sola, “solo mirando aprendí diferentes técnicas entre ellas el punto de cruz” dijo la bordadora, que estaba acompañada de una aprendiz que no perdía detalle de la puntada que estaba haciendo.
María, además de bordar también sabe tejer, sin embargo, “el tejido es más complicado que el punto de cruz” al decir de la artesana penjamés, “una debe irse con mucho cuidado de no equivocarse por que si no al final debe desbaratar todo y comenzar de nuevo”.
Todavía hay personas que les gustan estos trabajos, incluso para comprar las señoras son meticulosas y revisan que el trabajo este bien hecho, “si no está bien no se lo llevan” dijo la artesana del mercado.
La bordadora ha elaborado muchas figuras con la técnica del punto de cruz, comento que ha bordado, desde cosas muy simples de uno o dos colores, hasta unas muy elaboradas que requieren hasta 20 o 30 colores diferentes, con los cuales se forman figuras muy complejas, hasta paisajes, rostros, y otras cosas más.