Irapuato, Guanajuato.- El asesinato del alcalde electo de Jerécuaro, Rogelio Sánchez Galán es una señal de que la violencia en Michoacán se está extendiendo a Guanajuato, dijo el obispo de Irapuato, José de Jesús Martínez Zepeda.
“Es un signo de que la violencia se extiende a nuestro estado pero es un lugar que está muy cerca de Michoacán; son las fronteras muy cercanas a esos estados, donde desde hace años los conflictos se resuelven con la ley del más fuerte y pues nos estamos contagiando”, enfatizó.
Señaló que no hay recursos que alcancen para reforzar o blindar los límites con otros estados si los ciudadanos son quienes delinquen.
“A mí me preocupa, ahora que anduve haciendo gira pastoral que me digan –Aquí ya tenemos unos lugares donde se vende droga, donde nuestros jóvenes consumen droga…—“ platicó el obispo.
Cuestionado sobre la eficacia del costoso Programa Escudo implementado por el gobierno del estado para “disuadir” las acciones de los criminales, Martínez Zepeda aseguró que sin dicho programa “estaríamos peor” pero “los alcances de esos programas de esos se ven limitados en parte porque suponen colaboración de muchas gentes en principio de la sociedad” ya que dijo cada día hay más signos de deterioro moral y ético.
Es un signo de que la violencia se extiende a nuestro estado pero es un lugar que está muy cerca de Michoacán donde los problemas han sido de hace mucho años, el problema de blindar no es tan viable.