Irapuato, Guanajuato.- Luis Enrique comenzó a vender flores fuera del panteón de los olivos desde noviembre del 2021. Es arquitecto, pero después de su último empleo en una empresa donde duro 6 años no ha vuelto encontrar un trabajo donde gane lo suficiente para mantener a su pequeño hijo y su esposa por ello decidió vender flores.
El irapuatense dijo que es un trabajo que la gente considera sencillo, pero que realmente es cansado y pesado según lo mencionó Luis Enrique “si es día de surtir flores se levanta uno a las 6 de la mañana para ir a encontrar a los proveedores que traen a la central de abastos que vienen de México o Guerrero, vamos y surtimos la flor y hay que estarla limpiando, primero que nada hay que cortarle las patas, limpiarle las hojas para que no se pudra, si es cansado parece que no pero si es cansado” relató el comerciante.
Luis Enrique tiene experiencia con las flores ya que su mamá lleva 10 años en el negocio, unos cuantos locales a la derecha donde él trabaja, es por eso que vende flores, gana lo que quiere ganar y lo que se puede, porque le va mejor que en las ofertas de trabajo donde pagan 2000 pesos a la semana, según narró el vendedor.
Lo que más le gusta de su trabajo es que no depende de nadie y que no tiene un horario fijo.
Al igual Luis Enrique mencionó que cuando puede va y visita a sus abuelos que están en el panteón, señalando que a sus 28 años de edad sueña poder volver a hacer lo que un día aprendió “mi mayor sueño es poder volver a trabajar en lo que estudié y ser reconocido por ello, tener mi propia constructora y hacer lo que me apasiona”, dijo Luis Enrique
El día a día para el florista es una motivación para darle lo mejor a su familia, a Vianey su esposa y Emmanuel su hijo “no importa el trabajo que sea, mientras tenga que salir adelante por ellos haré lo que sea, por eso estamos aquí para echarle ganas”, finalizó Luis.
