Salamanca, Gto.- La molestia contra un grupo de motociclistas que “quemaban llanta”, derivó en la muerte de dos jóvenes que fueron arrollados intencionalmente por JOSÉ ABEL “N”, quien ha sido condenado a la máxima pena de prisión, luego que en Juicio Oral la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ha probado su culpabilidad en el hecho ocurrido en la ciudad de Salamanca.
La medianoche del 11 de julio de 2016 se reportó el “accidente vial” en la carretera que conduce a la comunidad La Ordeña, cerca de un OXXO: una camioneta había arrollado a dos jóvenes que iban en una motocicleta. Sin embargo, las investigaciones hechas por agentes del Ministerio Público revelaron que el hecho fue con toda alevosía y ventaja.
La Unidad Especializada en Homicidios estableció que horas antes los jóvenes estaban reunidos afuera de una tienda, a la entrada de la comunidad Guadalupe, tripulando motocicletas con las que “quemaban llanta”, situación que provocó el enojo de José Abel “N”, quien tras retirarse éstos, le indicó a un amigo seguirlos para atropellarlos.
Así fue que al llegar a la altura de la glorieta, donde incluso hay reductores de velocidad y un tope, el conductor de la camioneta Chevrolet Sierra color gris, impactó por detrás la motocicleta donde iban José Guadalupe Ortega Pérez y Jesús Martín Robles Beltrán, atropellando al primero y arrastrando al segundo; aun así, echó de reversa su unidad arrastrando nuevamente al joven y volviendo a arrollar al primero. Falleciendo ambos.
Aunque en ese momento huyó, fue posible localizar la camioneta abandonada kilómetros adelante y con ello identificar al conductor, quien fue detenido días después bajo orden de aprehensión por Agentes de Investigación Criminal (AIC) de PGJE y elementos de la SSPE. Siendo llevado ante el Juzgado Único Penal de Oralidad bajo cargos de homicidio calificado y sometido a un Juicio Oral.
Ante las pruebas presentadas por los agentes especializados en Litigación de esta Procuraduría y la petición de dar la máxima pena de prisión a José Abel “N”, el Tribunal ha resuelto dictarle 60 años de prisión, culpable del doble crimen, así como imponerle una multa y pago de reparación del daño, negándole algún beneficio de ley, por lo que estará en la cárcel purgando su condena.