
Irapuato, Guanajuato.- Jesús, comerciante dedicado a la venta de artículos para el tradicional baile del torito, relató que esta costumbre tiene su origen en Silao, Guanajuato, cuando en una antigua hacienda un toro sumamente bravo se escapó de su corral. La situación obligó a un caballerango a intentar controlarlo, pero fracasó en su intento. Según la leyenda, fue el diablo quien, intrigado por la bravura del animal, trató de contenerlo sin éxito, hasta que finalmente apareció un viejito que, con una cruz en mano, logró amansar al toro.
“Normalmente este tipo de bailables se realiza en fiestas tradicionales dedicadas a los santos patronos, no solo en Irapuato sino en toda la región. La leyenda dice que, cuando existían las grandes haciendas, se escapó un toro tan bravo que provocó una gran algarabía. El caballerango salió a lazarlo, y como siempre, en los jardines andaba paseándose la bonita mujer con su glamour, una mujer ebria, el viejito y el diablo. Se cuenta que ni el diablo pudo controlar al toro, tan embravecido estaba, y que al final fue el viejito quien, con la cruz, logró calmarlo”, compartió Menchaca.
Comentó también que la figura de la muerte forma parte esencial de esta tradición, pues simboliza que se lleva tanto al rico como al pobre, y hoy se refleja en las festividades donde niños y jóvenes participan entusiasmados, buscando personificar a los personajes principales: el torito, el diablo, el catrín, el caballerango, el viejito e incluso la mujer.
“La muerte siempre ha sido parte de esta tradición, recordándonos que nos iguala a todos, sin importar la riqueza. Ahora se mantiene viva en las fiestas y costumbres, donde a los niños les emociona disfrazarse del torito para ser el personaje central. Otros prefieren ser el caballerango o el catrín. Hay hombres que se visten de mujeres, y todo esto hace que el baile del torito sea un espectáculo colorido y muy bonito, lleno de alegría y tradición”, afirmó.
