Irapuato, Guanajuato.- El santuario nuestra señora de Guadalupe, ubicado calle Revolución en el Centro Histórico de la ciudad es una maravilla arquitectónica que fue construida con dinero de la viuda del famoso capitán Don José de Abellafuente.
La construcción de este edificio comenzó en el año de 1880 a cargo de Antonio de Padua Coria, cura de la Villa de Irapuato, la edificación del santuario duro alrededor de 38 años, este fue entregado a los religiosos llamados Padres Josefinos en 1911, sin embargo, la obra fue terminada 7 años después.
El terreno donde fue construido fue donado y formaba del cura de la Villa de Irapuato, además se usó dinero del testamento de Doña Juana de Arroyo, fiel devota del cristianismo.
La iglesia está construida en forma de cruz, está formada por bóvedas de crucería que son comunes del estilo gótico, además cuenta un sistema de arcos y semi columnas adosadas al muro que le ayudan a tener mejor resistencia y le dan sofisticación al lugar. Resaltan los retablos neoclásicos que le dan un realce a las cúpulas, en el central se encuentra la imagen de nuestra señora de Guadalupe.
Cuenta con una cúpula central, se encuentra elevada sobre el macizo de piedra braza de los muros, se desprende de un tambor esbelto y peraltado, columnas, cornisas clasistas y una linternilla, forman parte de ella.
En su exterior está formada por cantera y fierro vaciado. En el año de 1964 el atrio fue modificado con la ampliación de la calle Berriozábal (como anteriormente se llamaba) para formar la actual avenida Revolución.
A partir del año 1938, el entonces obispo de León, Monseñor Emeterio Valverde y Téllez, entregó el santuario a los Misioneros del espíritu santo, quienes se encargan de atenderlo.
Esta fue la última de la iglesia en construirse en el centro de la ciudad.