Irapuato, Guanajuato.- “Ser jugador se vive al máximo”, sin embargo “mucha gente nos puede ver diferentes pero es lo mismo, somos personas, vivimos al cien, ocupamos de la demás gente también, la familia, yo a mi hijo es lo máximo y creo que también es su porvenir”, expresó el volante defensivo del club fresero, Julio César Atilano Hernández.
En entrevista con Notus, Julio César nos platicó cómo es un día normal de su vida en Irapuato.
¿De dónde eres originario?
León, Guanajuato.
¿Cuántos años tienes?
26 años.
Posición en la cancha
Volante defensivo.
¿Hasta qué grado estudiaste?
Estudie hasta la preparatoria.
¿Por qué no seguiste estudiando?
Por burro, me gustó vivir en esto y pues ahorita estamos acá trabajando, creo que nunca es tarde para volver a estudiar ni mucho menos pero sí descuidé un poquito ese aspecto.
¿Dónde te formaste como futbolista?
“Mis fuerzas básicas fueron en Morelia”, luego jugó en Curtidores, Toros Neza, La Piedad, Pumas Morelos, Delfines y ahora en Irapuato.
El proyecto del Club Irapuato “me pareció muy interesante y me gustó y aquí estamos a la disposición del equipo. Vengo con una ilusión de poder trascender aquí y de poder ascender al equipo”.
Estado Civil
Casado y un hijo de 4 años.
¿Te gustaría que tu hijo fuera futbolista?
“Ser jugador se vive al máximo, se siente y ojalá le guste mucho. Ojalá y se más bueno que yo”.
¿Qué haces en un día normal?
“Me levanto entre 7 y 7 y media, desayuno con mi hijo, lo llevo al colegio, después al entrenamiento, saliendo llego a casa, como y voy por mi niño, luego descanso en la tarde, saco a mi niño a patear la pelota y a dar la vuelta”.
¿Qué haces los domingos?
“Por lo regular voy a León con mis papás, voy y los visito… a relajarme y una comidita, todo tranquilo y gozar de la familia”.
Comida favorita
“Le entro a todo; el fin de semana que tu carnita…los taquitos”.
Música favorita
“Escucho de todo”, pop, norteña…
¿En cuál equipo te gustaría jugar?
En el Club León, “En realidad no le voy a ningún equipo, me gustaría jugar ahí porque soy de ahí”.
Por último enfatizó que “Como persona si me toca ir en camión voy en camión, si se me descompone el carro pues voy al mecánico, o sea, es una vida relativamente normal, no es nada de ciencia, no es nada de raro, al menos acá donde estamos nosotros”.