Guanajuato. – En los primeros seis meses de 2023, la Secretaría de Salud registró 21 mil 117 picaduras de alacrán en el estado de Guanajuato. Esto significa un incremento de un 10 por ciento en comparación al mismo periodo enero – junio del año pasado, en el que hubo 19 mil 252 casos. Al finalizar 2022 se registraron 46 mil casos.
El promedio anual en la entidad es de 40 mil picaduras y León es la ciudad más afectada, con más de 15 mil casos anuales en promedio.
Muy pocos estados alcanzan ese número y eso se debe a que Guanajuato tiene especies endémicas. Desde hace una década, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, Guanajuato ha superado a Durango en cuanto a las picaduras de alacrán.
Es en los meses de abril a julio, es donde más casos se registran en las unidades de salud, los síntomas que se presentan con mayor frecuencia de mayor a menor frecuencia son: dolor en el sitio de picadura, parestesias u hormigueo, sensación de cuerpo extraño en la garganta, temblor de la lengua, dificultad para tragar, exceso de secreción de saliva, sequedad de boca, comezón en el sitio de picadura, inquietud, dolor de cabeza, angustia.
Sin embargo, a pesar de esas consecuencias, expertos en la materia recomiendan evitar en lo posible matar a esos animales.
Procurar no matarlos
El gobierno del estado, a través de la Secretaría de Salud, desarrolla un programa de información en torno a arañas y alacranes. Los responsables de este programa son:
Luis Uriel Codero Hernández, estudiante del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Irapuato (ITSI) y miembro de la Red de Toxicología Mexicana, que trabaja con arañas, en especial con tarántulas; Iván Mosqueda Ibarra, licenciado en biología, egresado del ITESI, especializado en aracnología y trabaja también para combatir dengue, chagas e intoxicación por veneno; y Brenda Viviana Vera Salazar, que estudia biología, también en el ITSI y trabaja con alacranes y estudia la biodiversidad y el entorno donde se encuentra este tipo de animales.
Iván y Brenda explican que los arácnidos son útiles para que no haya plagas de insectos como los grillos, molestos muchas veces por el ruido que generan, y las cucarachas, que representan un peligro para la salud.
Uriel destaca que en el estado de Guanajuato hay tres especies de importancia médica (venenosos), de 55 registradas. En general, asevera, menos del 10 por ciento son de importancia médica.
Hay personas que dicen haber sido picados por un alacrán y no tuvieron efectos. El biólogo explica que se trata de “un piquete de advertencia” y no inyectan veneno: “es una picadura seca y no hay intoxicación; la gente dice que no le hizo nada, pero en realidad el alacrán no le inoculó veneno”.
Añade que sólo inoculan veneno cuando hay un nivel de estrés muy elevado.
Brenda añade:
“Cuando nos acercamos con miedo les podemos generar estrés, si nos acercamos agresivamente ellos van a reaccionar con agresión”. Y afirma que “si encontramos alacranes dentro de nuestras casas o en algún lugar donde están quietecitos, podemos atraparlos con un vasito y sacarlos de la casa y no nos harán daño. No están con la intención de generarnos un daño, pues el veneno es importante para ellos y no lo usan siempre”.
Tanto Iván como Uriel están familiarizados con el manejo de arañas; Brenda hace lo propio con alacranes. Los dos varones manipulan a una gran tarántula peluda; la chica hace lo propio con un alacrán “güero”, clásico del Bajío.
Iván afirma que el estado de Guanajuato tiene especies endémicas y una de ellas, que está en la zona de León, es altamente venenosa. Niega la “importación” de alacranes de Durango, donde suelen ser de mayor tamaño, pero no más venenosos.
Medidas preventivas
Ordenar con frecuencia donde se guarda ropa y no acumular cosas inservibles, Sacudir cama y sábanas antes de acostarse, además sacudir los zapatos antes de usarlos; evitar caminar descalzo; procurar pintar las paredes de color claro para identificar a estos animales con facilidad; si se trabaja en el campo, usar botas y guantes gruesos debido a que los alacranes suelen hacer sus criaderos principalmente en escombros, madera y se alojan en rendijas de las paredes y techos.
Pasos generales a seguir mientras llega la atención médica:
Mantener la calma y tratar de tener la parte afectada en reposo; limpiar el área de la picadura con agua y jabón suave; aplicar compresas frías en el área para ayudar a reducir la hinchazón; evitar aplicar hielo directamente sobre la piel; intentar identificar al alacrán o tomar una foto si es seguro hacerlo. Esto puede ayudar al médico a determinar el tratamiento adecuado.
No intentar succionar el veneno ni aplicar torniquetes, ya que estas medidas no suelen ser efectivas y pueden empeorar la situación; buscar atención médica de inmediato.