Por Chavalón
Recostado en mi sillón observo por
la ventana el cielo azul, veo tu rostro,
llegan a mi mente los recuerdos de niño,
adolescencia y juventud; ¡ Tu inolvidable
sonrisa Papá!.
¡Cómo olvidar los juegos, los diálogos
entre amigos!. Hoy que me consumen
los años sale de mi corazón gritar:
“¡Papá dame la mano quiero estar
contigo!”.
Siento tu presencia tomando mi
mano; esa mano que me levantó
y fue mi guía, ese hombre que
siempre sonreía que con mimos
y ocurrencias me alegraba el día.
Cómo olvidarte Papá, si el olor
de tu fragancia envuelve la estancia
y platico contigo mi gran amigo.
Desde este sillón cuando mis fuerzas
Menguan solo puedo decirte: “Gracias
Papá por darme tu fuerza para salir
adelante, paso a paso sonriéndole
a la vida como buen caminante.
Caminar de frente recordando tu
oración : “¡Dame tu mano
Señor, ilumina mi camino, para
Encontrar mi destino ”.
Recuerdo tus consejos, tus regaños,
Todo por mi bien, el abrazo como
Premio a lo que hacía bien, como
Olvidar a mi padre a mi mejor amigo.
“¡Papá soy tu hijo, aquí está mi mano!”,
no te olvido sigues vivo tu recuerdo está
comingo.