Filipinas.- Una campaña exprés es la que la leyenda del Boxeo, Manny Pacquiao arrancó esta semana rumbo a las elecciones en su país, el 9 de mayo.
De pie en la parte de atrás de una camioneta, Manny Pacquiao saborea una ovación mientras reparte caramelos, camisetas y apretones de manos entre la muchedumbre.
Antes de concentrarse en la política, el octacampeón del mundo tenía que terminar con el cuadrilátero. Lo hizo por todo lo alto, ganando el 9 de abril en Las Vegas el último combate de su dilatada carrera contra el estadounidense Tim Bradley.
De acuerdo a los sondeos muestran que Emmanuel “Manny” Pacquiao tiene prácticamente asegurado uno de los 12 puestos de senadores (sobre 24) que se disputan el 9 de mayo, lo que explica que no tenga que esforzarse por convencer a los escépticos. “Me siento feliz de hacer campaña. Hay tanta gente que me anima”, declaró a la AFP.
Ayudar a los pobres
Según Forbes, Manny Pacquiao ganó como boxeador 147 millones de euros en 2015.
En San Pablo su discurso convence. “Espero que dé perspectivas a los que no tienen diplomas”, afirma Jessica Bautista, un ama de casa de 29 años. Su marido Julius, conductor de tuk-tuk (motocicleta de tres ruedas) también es partidario de él.
“Es tan rico que no necesita ser corrupto”, asegura. A los que dicen que no tiene la formación necesaria ni resultados políticos para ser un buen senador, Pacquiao les responde con su trayectoria de hombre hecho a sí mismo.
“Dios me ha permitido subir de la nada para convertirme en alguien”, declara el campeón, que aspira a ser presidente del país algún día.