Una brasileña embarazada de nueve semanas murió el año pasado tras sufrir un accidente cerebrovascular, increíblemente meses después sus bebés gemelos nacieron y aunque fueron mantenidos en incubadora por algún tiempo hoy se encuentran sanos en la casa de su abuela.
Cuando Zampoli Padilha murió de hemorragia cerebral los médicos hicieron una ecografía y para su sorpresa descubrieron que los embriones estaban vivos, entonces decidieron salvarlos.
“Hicimos una ecografía en los embriones pensando que estarían muriendo en el útero, pero para nuestra sorpresa estaban aferrados a vivir”, dijo el doctor Dalton Rivabem, jefe de la unidad de cuidados intensivos neurológicos del hospital.
“Los órganos de Zampoli estaban intactos y funcionaban como si todavía estuviera con nosotros. Tomamos la decisión de mantenerla viva para salvar a sus hijos no nacidos. Y todos los días los veíamos crecer normalmente”, agregó el médico.
Rivabem pidió ayuda a un médico en Portugal que había manejado un caso similar.
“Una de nuestras principales preocupaciones era mantener las funciones orgánicas funcionando para que los bebés crecieran y se desarrollaran”.
Cuatro meses después nacieron los pequeños. Ana Victoria nació pesando 1,4 kilos, mientras que su hermano, Asaph, pesó 1,3 kilos. Su salud era comparable a la de bebés prematuros de la misma edad.
Los recién nacidos fueron mantenidos en incubadoras durante tres meses y ahora son cuidados por la madre de Frankielen, Angela Silva, mientras el padre trabaja.
El padre de los gemelos, Muriel Padilha, de 24 años, ha descrito el nacimiento como un “milagro” después de que los médicos le dijeran inicialmente que no había esperanza de que sobrevivieran.
