Arizona.- Una madre fue declarada culpable de matar de hambre a su hijo de tan sólo tres años y de esconder su cadáver dentro de un baúl de juguetes.
La madre identificada como Raquel dejó un tiempo de darle de comer a su hijo y vio su proceso en el cual iba adelgazando, perdiendo energías y poco a poco morirse.
El indignante caso tiene consternado a los pobladores de Pima, un pueblo ubicado en el condado de Arizona. El jurado tardó solo tres horas en condenarla, pues existían las suficientes pruebas para culparla de asesinato y abuso infantil.
Los testigos en el juicio fue un otro hijo de Raquel, quien tenía además cuatro hijos más. El menor confesó ante el juez que su madre no dejaba que se acercaran a su hermano, a quien no le daba de comer su madre.
Por último señaló que él vio el cadáver de su hermano en una caja de juguetes de plástico, a lo que su mamá se percató de lo sucedido y solo le dijo que “era muy malo”.
Asimismo, la hermana de la acusada declaró que a la víctima la trataba de manera diferente a la de sus hermanos, y que incluso lo llegó a ver y le parecía muy delgado. Según un informe de autopsia, murió de hambre y abandono.