María Zavala voluntaria del Teletón Irapuato

Ayuda en la labores que faciliten la atención de los niños


Irapuato, Guanajuato. María Zavala decidió donar su tiempo al Teletón Irapuato como voluntaria, ayudando en las labores que faciliten la atención a los niños apoyándolos en lo que requieran.

En el 2023 María dijo que, tomó un curso en el Gerontológico y una vez culminado se vió en la necesidad de aplicar los conocimientos adquiridos, así que pensó en dar su tiempo al CRIT y ayudar a muchas personas.

El curso que la voluntaria estudio se llamó “Cuidados Intensivos para personas mayores”, ahí aprendió cómo se debe de manejar la movilidad de las personas que por alguna causa no tienen manera de moverse por sí solas o tienen dificultad para hacerlos, explicó la voluntaria.

María Zavala mencionó que ya es jubilada, sin embargo, ella no quería quedarse en casa, requería salir a hacer algo, sintió la necesidad de ayudar a alguien, así que en Teletón encontró la oportunidad de ocupar su tiempo a la ves de brindar ayuda.

María comentó que, un día en una plática con una  amiga, está le comentó que era voluntaria en el CRIT, le platicó lo que hacía y a María le pareció “muy padre” e inmediatamente le pidió información sobre cómo ella podría unirse al grupo de voluntarios teletón.

La voluntaria invitó a las personas a qué donen un poco de su tiempo al Teletón de Irapuato, para ella ha sido una experiencia inolvidable y le ha dado grandes satisfacciones.

La Irapuatense dijo que también pueden ayudar donando algunos artículos, que los niños, usuarios del servicio de hidroterapia, requieren como gorras de baño, jabón para el cuerpo, shampoo, pañales, entre otras cosas

Por último María añadió que ella ha descubierto que el papel de los voluntarios dentro de teletón es muy importante, puesto que en varias ocasiones fungen de alguna manera como contención emocional para las familias de los niños que en muchas ocasiones llegan al CRIT con las preocupaciones de la enfermedad de su hijo y encueran en los voluntarios una buena cara, una sonrisas o incluso alguien con quién platicar y eso hace que las familias se vayan del centro de rehabilitación con una actitud diferente.

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