Para quienes vivimos la docencia desde y en las aulas, los debates actuales sobre las diferentes visiones y posiciones ante la Reforma Educativa se han vuelto una realidad cotidiana que conmina a repensar la práctica pedagógica y su imbricación en el campo de lo social pero, también se han vuelto, un generador de angustia en el plano laboral devenida de declaraciones contradictorias entre varios de sus actores y gestores.
En los diversos medios de comunicación masiva y en la prensa escrita se cuestionan los movimientos de resistencia que a últimas fechas el magisterio ha venido desarrollando bajo los argumentos que son infructuosos porque la reforma ya está aprobada, enfatizan la concordancia en las opiniones de diversos sectores que comparten la idea de que es a través de la Educación que se logran cambios sustanciales en la sociedad y centralizan a los actores que confluyen en el punto de que la Reforma Educativa es un tema urgente e inaplazable. A lo anterior faltaría agregar solo una aclaración, los maestros estamos de acuerdo en ello.
Presuponemos que ir más allá debate de los pro y los contra de una Reforma aprobada requiere de un posicionamiento que dé cuenta de la gravedad de reducir a la Educación a un hecho político donde el estado justifique su responsabilidad social al presentar “resultados” de evaluación solo para exhibir las deficiencias y minimizar el hecho educativo a un indicador medible.
Sirva para justificar lo anterior el reconocimiento de los discursos que enfatizan en cuestiones de medición y rendición de cuentas porque aportan datos comparables e incluso son un insumo para probar la efectividad del sistema educativo y una manera de entender su funcionamiento, pero son esos discursos los que develan el Enfoque administrativo-laboral y no pedagógico de la Reforma, corriendo el riesgo de que al NO tener en claro para que se está evaluando se deje de trabajar para mejorar la calidad y la equidad y comenzar a trabajar en el mejoramiento de los resultados de la evaluación, lo que sí atenta de manera directa al derecho de recibir una Educación de calidad y para la Vida.
ADRIANA LORENA DONLUCAS SALDIVAR
Maestra en Docencia y Procesos Institucionales por la Universidad Autónoma de Zacatecas
Twitter: @adydonlucas
