Irapuato, Guanajuato.- En avenida Vicente Guerrero, antes llamada calle Camino Real, poco antes de desembocar a la Plaza de las Celebraciones, ahora Plaza Madero o donde está la Fuente de los Delfines, se encuentra la casa que durante muchos años habitó la familia Arredondo.
Su fachada fue una de las mejores conservadas en la ciudad y la que mostró con mayor claridad a influencia de los estilos europeos antiguos en las artes mexicanas de fines del siglo pasado, época a la cual pertenece esta casa.
Efectivamente, toda ella contuvo elementos de la arquitectura renacentista italiana en la expresión de su cantera almohadillada, sus arcos de medio punto sobre sus vanos de la planta baja mezclados todos con balcones totalmente franceses, herrajes, protones de madera en franca relación con el estilo neoclásico.
La cornisa, remate de todo el geometral a la calle, es un portento de calidad arquitectónica artesanal. El resultado fue esta expresión de la arquitectura local, expresión que no se totaliza por conservar poco de sus espacios originales interiores.
Al parecer sólo queda lo que originalmente fue el vestíbulo de acceso, amplio, elevado y solemne, la calidad de la habitación urbana y sus exponentes arquitectónicos.
Actualmente se lleva a cabo una rehabilitación de los portales del Centro Histórico, donde las fachadas están siendo remodeladas y mucho de su originalidad se irá perdiendo.