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La historia de los “Raspados Juanita”, en Abasolo

Actualmente Lucía Ramírez es quien está al mando del negocio, pero todo inicio con su madre

Abasolo, Guanajuato.- Con 65 años de edad, Lucía Ramírez Pérez, conocida cariñosamente como “La señora Guerra”, ha sacado adelante a sus tres hijos, gracias a que siempre le ha gustado trabajar del comercio, actualmente tiene su negocio de raspados por temporada.

El negocio de raspados fue iniciado por la madre de Lucía, Juanita, quien trabajó durante aproximadamente 35 años. Tras su retiro, Lucía y su hermano tomaron las riendas del negocio, dedicando 16 años de sus vidas a continuar con la tradición familiar. Sin embargo, la tragedia golpeó cuando su hermano falleció, dejando a Lucía al frente del negocio, donde ha trabajado sola durante los últimos 10 años.

El puesto de “La güera” se encuentra en el jardín del municipio, aunque previamente estaba ubicado frente a otro puesto. La decisión de moverse fue debido a la necesidad de encontrar sombra para preservar el hielo de los raspados por más tiempo. Además, Lucía solo trabaja durante la temporada de marzo a junio, dedicando el resto del año a otras actividades comerciales en su hogar como la venta de jugos y otros productos.

Lucía es madre de tres hijos, a quienes ha sacado adelante gracias a su negocio. Su historia de maternidad está marcada por la perseverancia y el arduo trabajo que ha desempeñado a lo largo de los años. A pesar de enfrentar dificultades como el ser madre soltera, encontró en el comercio la oportunidad de brindarles un mejor futuro.

Ramírez Pérez mencionó que, para tener a su primer hijo tuvo que esperar 5 años para poder embarazarse, recuerda que acudió al doctor y recibió la esperada noticia, en un proceso que vivió sola. “Del comercio saque a mis 3 hijos adelante, porque su papá no me dio ayuda, me separe de el cuando iba a cumplir 15 años la más chica”.

Aunque es nacida en un rancho de Irapuato llamado Laguna Larga, Lucía ha vivido más de 50 años en Abasolo. Recuerda con nostalgia los tiempos en que el municipio era tranquilo, pero aun así se mantiene firme en su labor diaria.

Los raspados, son elaborados diariamente con fruta natural, garantizando la frescura y la calidad. Su jornada comienza temprano en la mañana y termina al caer la tarde aproximadamente alrededor de las 7 o 7:30.

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