“Uno nunca termina de conocer a la pareja, crees que te casaste con uno, pero resulta que era otro que tú no conocías, porque fuera de la casa muestra una cara completamente diferente, que ni te imaginas de lo que es capaz” dijo Rocío “N”.
Rocío, es esposa de Juan, tienen 10 años de casados y tres hijos pequeños, a los que Rocío dice amarlos con toda su alma, razón por la que ha dejado “pasar por alto” los errores de su marido, a quien dijo, no imaginarse que una persona “quien daba clases de valores” pudiera ser todo lo contrario de lo que predicaba.
“Se la pasaba todo el tiempo mandando mensajes por celular, que me hacía sospechar muchas cosas, sin embargo, siempre tienes una esperanza de que lo que te imaginas, sea una mentira” dijo Rocío.
“Un día, mi hija la más grande, me dijo, mami, vi a mi papá tomándose fotos cuando se iba a meter a bañar”, otro día me dijo “mi papá me puso a que le tomara muchas fotos” y otro día me dijo, “ya me sé la contraseña del celular de mi papá” y así fue cuando descubrí al tipo que jamás me imaginé conocer”.
“Tomé su celular, le puse la contraseña que mi hija me había dicho y se desbloqueó, me temblaron las manos y me puse a sudar como nunca lo había hecho, esperando ver lo que ya me sospechaba, y sí, había fotos de una chica menor de edad casi desnuda y conversaciones vulgares, pero me lleve muchas más sorpresas, me di cuenta de que me engañaba también con la esposa de un primo (que por cierto nunca se lo he dicho), pero además, descubrí otras 3 infidelidades más por mensajes de texto” dijo Rocío.
Ella cuenta que corrió a su esposo de la casa, pero él nunca se fue, únicamente el hombre se confesó con un padre y con eso sintió que estaba absuelto de toda culpa, además, le prometió dejar de beber alcohol para que lo perdonara, promesa que tampoco cumplió.
“Yo sabía que Juan no tenía palabra, me lo ha demostrado muchas veces, el tiempo pasó y yo me atendí psicológicamente, han pasado 3 años, ya no me duele la infidelidad, pero Juan perdió el valor que para mí tenía, y yo, yo solo sigo perdiendo mi tiempo con él, no sé hasta cuándo va a terminar todo esto, sólo sé que algún día llegará su fin” comentó Rocío, quien dijo no sentir pena de contar su experiencia, ya que para ella es una forma de desahogo, además de que mención, “las redes sociales son un arma de doble filo, es como una prostituta que se mete en tu matrimonio y si alguno de los dos no tiene bien cimentados sus valores como persona, fácilmente puede caer en la tentación y destruir parejas para siempre”.