Irapuato, Guanajuato. Para unos, el Viacrucis es una puesta en escena que comienza con oraciones, continua en una caminata con espectáculo y termina en cánticos y más oraciones. El Viacrucis de los templos de las colonias Juárez y Las Américas reunió a chicos y grandes en este evento que pudo llevarse a cabo con el compromiso de sus habitantes.
El pasado viernes santo, desde las 11 de la mañana los miembros de la liturgia de los templos dieron su alma en el Viacrucis. Esta es una actividad que no sólo representa las tres caídas de Jesucristo sino también la unión de las personas y el apoyo con el que se debe contar en estas fechas de reflexión.
Una vecina de sesenta años comentó que es una tradición de toda su vida el acudir al Viacrucis el viernes santo: “todos los años que se ha hecho he venido, menos el año de la pandemia”.
La mujer señaló que después de la epidemia de COVID algunos católicos se fueron alejando del templo, y apenas se: “están volviendo a acercar”.
Como miembro de la liturgia del templo, rememoró la ocasión en que recibió el papel de Verónica, la mujer piadosa que limpia con un paño la cara de Jesús y ésta queda impresa en la tela: “me acuerdo que ese día que participé en ese papel yo quería decir tantas cosas que no me habían dicho que dijera”. La edad fue el único impedimento para seguir participando, porque las “ganas” siguen presentes.
Anteriormente, los actores que interpretaban a los soldados romanos “sí lo aventaban a uno con fuerza, era más real” según relató. De todos modos, reconoció el esfuerzo de todos los representantes del Viacrucis de este año y la disposición de la gente para celebrar la Semana Santa.
