“El Rey” Zambada relató asesinatos del Cardenal Posadas y Ramón Arellano Félix

Ciudad de México

Durante el juicio contra Joaquín Guzmán Loera, Jesús “El Rey” Zambada aseguró que “El Chapo” fue culpado injustamente del asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, ocurrido en 1993.

De acuerdo con el testimonio de Zambada, fueron los hermanos Ramón y Benjamín Arellano Félix quienes ejecutaron a Posadas, aunque el verdadero objetivo era asesinar a Guzmán Loera.

Aseveró que las autoridades querían capturar a Guzmán, por lo que lo implicaron en el asesinato, así que debió resguardarse en Guatemala y posteriormente fue arrestado.

Hermano de quien es considerado -junto con Guzmán- el líder del cártel de Sinaloa, Ismael ‘ El Mayo’ Zambada, el testigo dijo que tras varios intentos legales de liberarlo de la prisión en México, Guzmán escapó finalmente en 2001, luego de lo cual vivió varios días como fugitivo, hasta que fue rescatado en un helicóptero y transportado a la ciudad de San Juan del Río, en Querétaro.

Guzmán evitó asentarse en el estado de Guerrero, porque autoridades lo buscarían en ese sitio, además de que el rescate por helicóptero sucedió porque “fuerzas militares especiales” estaban a punto de apresarlo en un lugar que Zambada no determinó.

Al mismo tiempo que la presión de autoridades sobre Guzmán se había intensificado, Zambada relató cómo mediante la ayuda de agentes que “trabajaban” para él, el acusado mantuvo su libertad por varios años hasta su segunda captura.

Zambada, quien se confesó culpable de tres cargos tras su extradición a Estados Unidos, por los que podría enfrentar cadena perpetua, declaró que ‘ El Mayo’ le había pedido que se mantuviera al tanto de información de autoridades sobre una posible recaptura de Guzmán.

El testigo señaló que entonces consultó con “amigos militares, de la PGR (Procuraduría General de la República), PFP (Policía Federal Preventiva) y de Inteligencia” sobre posible información que tuvieran sobre Guzmán.
Ramón Arellano Félix fue asesinado por el Chapo en 2002, según el Rey con ayuda de la policía, que quiso detener su automóvil. No se detuvo, finalmente se bajó frente a un hotel de Mazatlán, Sinaloa, comenzó a correr “y le pusieron un balazo en la nuca”.

En 2005, de acuerdo con el testimonio de El Rey, en una reunión en las montañas de Sinaloa, el acusado le dijo “que si algo le daba gusto en la vida era haber matado a Ramón Arellano Félix”.

Por estos crímenes, Zambada podría alcanzar cadena perpetua. Sin embargo, la fiscalía solicitará una reducción de la pena y el traslado de sus familiares a Estados Unidos para evitar “atentados contra su vida”, a cambio de su colaboración en este juicio.

Durante el proceso, Guzmán -ataviado con un traje y una corbata azul- miraba con atención a Zambada, prácticamente sin moverse. En las pausas del juicio, ambos intercambiaban miradas.

Debido a una falla eléctrica, el juicio fue suspendido este jueves durante su trayecto final. El lunes será reanudado con Zambada aún fungiendo como testigo de la fiscalía. Una vez que esa ronda de preguntas termine, será interrogado por la defensa de Guzmán.

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