
Irapuato, Guanajuato.- El Doctor Luis Parra investigador de la Universidad de Guanajuato mencionó que el monocultivo de la planta del agave ha causado estragos, ecológicos, económicos y sociales en gran parte del estado de Guanajuato.
El investigador mencionó que dentro de la variedad de agave que existe en México que son alrededor de 200 especies, solamente el tres por ciento de estas, se encuentran altamente domesticados, entre ellos el “agave tequilana” (agave azul).
Monocultivo
Anteriormente en Jalisco y Michoacán, este cultivo se desarrollaba en combinación con otras especies participando de una gran función ecológica, pero al elevarse la producción del tequila, y al instaurarse el monocultivo las cosas cambiaron.
“En un principio había una sobreoferta del agave y ahora estamos en el lado contrario, hay una sobreproducción del agave.” sostuvo Parra.
Desde el punto de vista del académico, ha habido varios estigmas en la cadena productora del “agave tequilana”, uno de ellos es el monocultivo, que fue seguido por ese boom de la tecnología de la reproducción verde, mal entendido, pues se comenzaron a plantar en grandes cantidades de hectáreas una sola especie, se plantaron solo una sola variedad de agave que fue el tequilana.
Denominación de origen
El Segundo estigma, según el investigador fue fomentada por la denominación de origen, con la cual la industria tequilera ahora depende de una sola especie, de una sola variedad de planta, que empujó a los productores de agave a olvidarse de otras especies, lo que derivó en un monocultivo altamente protegido, tratando de aminorar los efectos de plantaciones en otras latitudes, pues se sabe que hay miles de hectáreas plantadas de agave tequilero, en China y en Australia.

“Por lo tanto, esto ha contribuido a la devastación de especies nativas, de pastos, de bosque, muchas especies menos silvestres”. Mencionó Luis Parra
Pero además el académico puntualizó que esto derivó en una sobre oferta de materia prima, lo cual no hubiera ocurrido, si el agave tequilero siguiera continuando con su labor ecológica, en combinación con frutales, en combinación con otras especies, como antes hacía en Jalisco, y no se tendría el problema sobre oferta.
Problemas sociales
El tercer estigma son los problemas sociales que ha causado a los agricultores pues en principio dejaron de plantar maíz, frijol, garbanzo, otros granos y cultivos que eran la base de la alimentación, ahora esta producción se ha perdido.
Además, Parra dijo que, los dueños de algunas parcelas o tierras se han visto en la necesidad de rentarlas a las grandes industrias tequileras, pues señaló que ya las marcas tradicionales de tequila dejaron de ser locales y ahora son parte de grandes consorcios mundiales. Los cuales rentan las tierras de los campesinos a costos muy bajos.
“Da tristeza ver cómo les paga desde dos mil pesos por hectáreas en año, hasta siete mil dependiendo del suelo, y cómo esos productores han dejado de cultivar sus especies que eran básicas para su alimentación”. Lo que ha generado grandes problemas sociales y ecológicos, dijo el investigador.
