El gusano barrenador una emergencia sanitaria nacional

Se han reportado ya, 49 casos de humanos infectados en el país, una mujer ya ha muerto a causa de este parásito

Por Jazmín Padilla.

Las plagas, son poblaciones de animales, plantas o insectos cuyo incremento en su densidad de individuos y la aparición oportunista en ambientes ajenos a un nicho ecológico, pueden ocasionar lesiones o daños en la salud de un ser vivo. Estas afecciones en los sectores agrícola y ganadero se traducen en pérdidas económicas graves comprometiendo así la salud alimenticia.

La vulnerabilidad a las plagas se incrementa debido al uso inadecuado de agroquímicos que favorecen la resistencia de las plagas, asi como al cambio climático que favorece la migración de estas hacia nuevos territorios que representen un ambiente favorable para su reproducción.

El biocontrol o control biológico ofrece una alternativa sustentable para el manejo de plagas. Esta práctica se basa en el uso de organismos naturales como microorganismos, insectos, entre otros para regular las poblaciones de especies de plagas. Actualmente, este tratamiento ofrece la opción más viable para combatir una de las plagas reemergentes más importantes en el sector ganadero en México y que actualmente se tipifica como emergencia sanitaria nacional: el gusano barrenador del ganado.

Biológicamente, el gusano barrenador del ganado es la fase larvaria de una mosca, la cual penetra en las heridas o cavidades de los animales vivos alimentándose de todos los tejidos vivos. Dependiendo de la especie afectada y la edad del individuo, los animales suelen morir por la afección en los tejidos y por la proliferación de infecciones derivadas de la mordedura de la larva del gusano.

Debido a esta plaga, México ha dejado de exportar más de 700 000 cabezas de ganado bovino a Estados Unidos, lo cual representa una pérdida al alza de más de 600 millones de dólares. Si bien el cierre de fronteras es una medida de contención, no representa una solución para erradicar la plaga y tampoco significa que la migración de la plaga no llegará a suelo estadounidense.

El control actual para la plaga del gusano barrenador es la técnica el macho estéril, la cual consiste en liberar grandes poblaciones de la misma plaga, pero previamente esterilizados con radiación gamma, de esta forma la competencia por el apareamiento entre insectos radiados y no radiados evitara la descendencia y, por ende, la reducción gradual de la población. Ya que las hembras se aparean una sola vez en su ciclo de vida, al copular con machos estériles, se impide la descendencia. Otras plagas donde se ha puesto en práctica la técnica del insecto estéril es la mosca de la fruta y el mosquito del dengue. El éxito de esta estrategia depende en gran medida de garantizar la producción de una población de individuos estériles proporcional 10 a 1 respecto a los gusanos plaga, así como de su aplicación semanal.

Durante la primera aparición de la plaga en territorio mexicano, surge el complejo Moscamed, una planta para producción de machos estériles cuyo origen se remota en 1976, con una capacidad de 500 millones de moscas por semana. La lucha contra el gusano barrenador inició en 1981 y tras varias décadas, en 2003, Chiapas, el epicentro de la plaga se declara como libre de plaga, alcanzando así el estatus de eliminación del gusano barrenador en el territorio mexicano.

A pesar de los esfuerzos, el incremento del cambio climático que ha favorecido para que zonas donde no era fácil la reproducción de la plaga, ahora son zonas de propagación. Es de esta manera que oficialmente el 21 de noviembre del 2024 se confirma el primer caso en México, marcando así la reemergencia de la plaga. Con una inyección de 51 millones de dólares (mdd), de los cuales 21 mdd serán recursos estadounidenses, en un esfuerzo conjunto, el gobierno de México en paralelo con Estados Unidos impulsa un desarrollo tecnológico con sede en el estado de Chiapas, reactivando la planta Moscamed. Las proyecciones de este proyecto biotecnológico indican que la planta arrancaría oficialmente en julio del 2026 con una producción de hasta 100 millones de moscas semanalmente, esperando que en esta segunda ocasión la plaga quede erradicada en un periodo menor de 19 años.

El problema se ha expandido a varias especies animales, siendo la bovina la más afectada con 5.730 casos. También se reportan casos en caninos, equinos, ovinos y caprinos, además de casos aislados en felinos, caninos, aves y fauna silvestre. Alarmante 49 casos se han detectado en humanos, incluyendo la muerte de una mujer en Campeche, según reportes de la Secretaría de Salud. Esto ha encendido las alertas en el ámbito sanitario por el riesgo de transmisión debido a la alta adaptación multiespecie de la plaga.

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Periódico Notus
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