No es necesario que sea diez de mayo, día internacional de la mujer o una fecha especial, para reconocer el valor y la grandeza que Dios otorgó a cada mujer.
Si tú supieras lo que las mujeres guardamos en nuestro corazón, no puedes imaginar el sin fin de buenos sentimientos con los cuales fuimos dotadas, es como si Dios hubiese querido darnos herramientas para ayudar a los demás, por eso nos regaló amor al por mayor, el cual repartimos como si fueran golosinas en navidad, deposito también fe y esperanza las cuales utilizamos siempre, en especial cuando se nos concede la dicha de ser madres, pues solo hay que ver cómo nos tocamos la barriga nueve meces y utilizamos esa fe que él nos dio, pues es la fe la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve.
Agrego también, ternura, compasión y bondad además sabiduría, pues Dios sabía que estas herramientas nos serian necesarias en todo momento; nos compadecemos del necesitado y quisiéramos ayudar a todo mundo, a veces tener tanto dinero como fuera necesario para alimentar a quien tiene hambre y creo que hasta ser súper héroes para arreglar todos los problemas del mundo y que nadie sufriera y menos nuestros hijos, pues lloramos con ellos cuando enferman, entristecemos cuando vemos sus caritas largas pues el chiquillo aquel del que se sienten enamoradas engaño a nuestras hijas y piensan que el mundo se les acaba. Sabias tenemos que ser, pues aparte de amar tenemos que corregir y encontrar el punto exacto para no lastimar y las palabras adecuadas para reprender sin herir.
Quiso darnos también un montón de paciencia, pues sabía que la requeríamos al por mayor para esperar las cosas buenas de la vida que no siempre llegan cuando uno las quiere sino cuando tienen que llegar.
Añadió además, varios instintos ¿pues de qué manera podría una mujer proteger a su familia si dentro de nuestro corazón no existiera el instinto protector?, por eso luchamos todos los días y hasta exponemos nuestra integridad, estando al frente de los problemas porque además tenemos instinto materno y por si esto fuera poco un sexto sentido pues el corazón nos avisa cuando algo anda mal solo hay que saberlo escuchar.
Así de grande es el corazón de una mujer y por increíble que parezca, después de que cabe todo esto en él, aún hay espacio para amar a quien sea necesario amar, Dios, familia, pareja, amigos, conocidos y hasta a las mascotas que nadie quiere porque luego les andamos guardando lo que sobra de la comida para dárselo en escondidas, a algún perrito flaco que se sienta en la puerta de nuestra casa.
Dios nos dio el mejor regalo, que es su amor por que por ese amor estamos con vida y podemos hacer uso del costal de herramientas que él depósito en nuestro corazón, el cual no nos queda más que agradecer pues para mi es una bendición enorme haber nacido, ¡siendo mujer!.