Guanajuato, Gto.- Son muchos los rincones bellos que tienen la ciudad de Guanajuato, plazas, teatros, museos, monumentos y callejones. Sin embargo, hay un lugar emblemático que gran parte del país ha escuchado de él, se trata del callejón del beso.
Un lugar muy concurrido por miles de parejas a lo largo del año y como no si aquí sucedió una de las historias más bonitas de amor y llena de tragedia.
La leyenda…
Cuentan que en un rincón de Guanajuato vivía Carmen hija única de un hombre intransigente y violento. Ella se encontraba siendo cortejada por Luis, un joven que gustaba de los encantos de la joven.
Un día el padre la chica se enteró de lo sucedido y le prohibió determinantemente que se acercara a ella, por su parte a su hija amenazo con enviarla a un convento, y lo peor de todo, casarla en España con un viejo y rico noble, lo cual a él le convenía para hacer crecer más su fortuna.
La joven vivió su encierro al lado de su muy querida dama de compañía, Doña Brígida.
Ambas lloraban todos los días su pena desde el balcón de su recámara, y Doña Brígida no hacía más que prometerle que no dejaría que la llevaran a España en contra su voluntad.
El joven enamorado no supo qué hacer ya que no le era permitido hablar con su amada, pero al pasar cerca de su casa, notó que la ventana de la recámara daba exactamente a la ventana de la casa vecina, y estaban a escasos centímetros de distancia.
Sugirió al dueño de aquella casa, un precio para comprarla, pero recibió constantes negativas hasta fijarlo en un costo tan alto que tuvo que dar todo su patrimonio de años a cambio.
El precio valió la pena cuando al asomarse por la ventana y extender su mano pudo tocar con sus nudillos la ventana del cuarto de su amada. Carmen se encontraba sorprendida cuando se asomó a su balcón y vio a tan corta distancia al hombre de sus sueños.
Pasaron unos cuantos instantes del encuentro amoroso, que cuando más distraídos se encontraban se escucharon frases violentas, desde la puerta de la habitación, Se trataba del padre de Carmen discutiendo con Brígida, quien se jugaba la vida por impedir que su amo entrara a la alcoba de su protegida. Como era de esperarse, el padre gano la riña y quito de en medio a la protectora de Carmen.
Con una daga en la mano, camino hacia su hija y de un solo golpe la clavo en su pecho. Luis enmudecido del espanto aún se encontraba de la mano de su amada, pero está cada vez se hacía más fría.
Ante lo inevitable, Luis le dio un tierno beso sobre la mano tersa y pálida de la joven, que ya se encontraba sin vida.
Por esto a este lugar se llama el Callejón del Beso.
Al lugar acuden decenas de parejas que hacen fila en el callejón para poder tomarse una fotografía dándose como muestra de cariño un beso y recordando aquella trágica y romántica historia.
