Dallas
En caso de que no proceda ninguno de los recursos legales a favor del mexicano Ramiro Hernández Llanas (44 años), mañana será ejecutado por la tarde. El mexicano se encuentra recluido en el penal Polunsky, en Livingston, Texas, donde hay más de 300 reos esperando la pena de muerte.
Ramiro Hernández ha declarado estar “espiritualmente preparado” para el castigo capital y, de llevarse a cabo esta sentencia se convertiría en el décimo mexicano en ser ejecutado en Estados Unidos, después 1976 cuando se reactivó la pena de muerte.
El mexicano lleva preso 17 años por haber asesinado a un hombre y por violación de la esposa de este. Hernández Llanas, fue sentenciado en el año 2000 por el homicidio cometido en 1997.
Por su parte, Amnistía Internacional ha declarado que la ejecución de Hernández Llanas “debe detenerse” porque durante el juicio en su contra se han presentado “testigos desacreditados”, como el psiquiatra James Grigson, quien fue calificado por sus colegas como “ciencia basura” y después fue expulsado de la Asociación Americana de Psiquiatría. Durante la década pasada, se le practicaron estudios al mexicano que revelaron que sufre de “déficit adaptativo severo” en áreas como: lingüística, académica, conceptual, social, de trabajo y doméstica, señala el sitio radioformula.com.mx.
El Consulado General de México tramitó dos visas humanitarias para que las hermanas del sentenciado puedan estar con él durante sus últimos días de vida.