Irapuato, Guanajuato.- 59 años haciendo chamarras de piel, don Sergio Antonio Argüello Rodríguez aprendió desde los 10 años a elaborar chamarras de piel, su padre se dedicaba al mismo oficio y fue quien lo enseñó, siendo el único de 8 hermanos que continuó con el trabajo que no lo deja descansar ni en sueños, pues muchas veces no puede dormir por estar pensando cómo poner en práctica las ideas de sus clientes.
“A descansar al panteón” dijo don Sergio a carcajadas quien da gracias a Dios el tener en tiempos tan difíciles, pues en su local ubicado en Av. Guanajuato, se la pasa gran parte del día trabajando para grupos musicales, norteños, policía municipal, motociclistas y demás gente que le lleva la idea de una chamarra, bolsa de piel o zapato en una imagen o una revista.
Don Sergio tuvo 4 hijos, desafortunadamente uno de ellos perdió la vida dos meses antes de recibirse como Biólogo, por lo que el artesano dijo que el gusto por su trabajo es lo que lo ha mantenido de pie y ocupado para seguir sacando adelante a su familia y a su esposa quien le ayuda a coser y darle los últimos detalles a las prendas.
“He arreglado chamarras de tres generaciones, si le dan mantenimiento cada año las chamarras siguen y siguen, hay que limpiarlas, lubricarlas y te quedan como nuevas, es un trabajo laborioso y nadie quiere batallar o complicarse la vida, pero dicen que si tu trabajo te gusta parece que no trabajas” dijo el artesano
“Una vez hice una chamarra de piel de cocodrilo, con un valor de más de 20 mil pesos, se la entregué al muchacho y le dije aquí está tu chamarra, cuídala mucho para que no te la vayan a quitar, son pieles que consigo en León, pero esas son más difíciles de encontrar y a veces el cliente no valora lo que compra” concluyó.