“Daba un olor a podrido; muy feo”: Inundación 1973

Irapuato, Guanajuato.- Rebeca Rocha Cervantes era una niña de 10 años, con miedo, luego de que la Presa de El Conejo se reventó. En ese momento ella se encontraba en un negocio de artefactos donde trabajaba su mamá, ubicado, en la colonia Independencia, recordó.

“Nos decían que venia el agua, que ya venía el agua por Guerrero pero pues uno estaba chiquillo y nunca había visto una situación de esas, nunca nos imaginamos que fuera cierto”, contó.

Fue hasta que vieron que el agua iba llegando por la calle de La Isabela Católica, que se resguardaron ahí mismo en la casa de los patrones de su mamá ya que ahí estaban seguras.

Su casa se ubicaba en una vecindad que le decían El Hotelito por la Estación del Ferrocarril, donde también el agua subió medio metro.

Rebeca Rocha platicó que algunas casas de adobe en la colonia mejor conocida como El Ranchito iban cayéndose “Pasábamos por las calles, mucho lodo, muchas cosas, muebles, incluso vinimos por esos rumbos de Guerrero por Blanco y muy feo y mucho olor como a podrido”.

Con miedo y sin luz en las noches la recuperación de esa tragedia en la historia de Irapuato el 18 de agosto de 1973 lo recuerda como algo muy feo.

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