Abasolo, Guanajuato.- José Luis González González fue un hombre que “vivió la pasión de Cristo” durante 9 años consecutivos, representando a Jesucristo en el viacrucis de Abasolo. Recuerdos, fotos y anécdotas son los que hacen regresar aquel tiempo.
María de la Luz González González, hija del señor José Luis platicó que su padre era un hombre que se metía en su papel de Cristo y hacía que todos los participantes lo hicieran.
“Era una cosa más que verla, era sentirla nos hacía tantas pláticas que realmente nos hacía que nos metiéramos en el tiempo; su sentir fue muy grande. La pasión de Cristo la vivió con ganas”, dijo María de la Luz González.
Todo comenzó en los 80´s cuando José Luis González González fue invitado a participar en un viacrucis en Irapuato, “pasaron los años y él con esa inquietud fuimos a pedir un permiso al señor cura para empezar a hacer el viacrucis en Abasolo, eso fue en 1986, entonces ya el padre nos dio permiso”, contó su hija.
La familia de José Luis González incluida su hija María de la Luz se encargó de reclutar al personal, su mamá confeccionaba el vestuario de todos los personajes y ella era la encargada del cuadro bíblico y así se daba vida al viacrucis hasta 1995.
Aunque después de esta iniciativa, fueron invitados a participar en los viacrucis de la Estación de Pénjamo, Corralejo, El Saucillo y en varias partes.
El año pasado José Luis González González fue galardonado con la presea Miguel Hidalgo en Abasolo, por su legado a la comunidad.
María de la Luz González señaló que su padre le representa “un orgullo, pero ahora ya viéndolo más fríamente era una responsabilidad muy grande” ya que su papá se llegó a desmayar varias veces durante el viacrucis.
“Se nos desmayó en la cruz, era una responsabilidad que yo sentía sobre mis hombros porque decía:–le llega a pasar algo y me van a decir por tu culpa—“, refirió.
Una de las anécdotas que más recuerda durante ese tiempo, en el que su papá era Jesucristo es que “Todos nos dimos cuenta, en el segundo año que hicimos el viacrucis en vivo aquí en Abasolo, es más cuando ya estaba crucificado de pronto el cielo se nubló habiendo mucho sol de pronto como que pasó una nube oscura y pues todos nos sorprendimos, hay muchas personas que lo recuerdan y esa fue una de las cosas que más se me quedó grabada”.
José Luis González González se encuentra en sillas de ruedas, debido a tres infartos cerebrales que le han paralizado una parte de su rostro, lo que no le permite hablar con claridad y escuchar por el oído izquierdo; sin embargo las fotos y los recuerdos hablan de la pasión vivía el calvario de Jesucristo.
